Mark Wahlberg vuelve a asociarse con el director Peter Berg para presentarnos un thriller de acción y espionaje que centra sus esfuerzos en ofrecer una trama trepidante, sin descanso para el espectador.
Crítica
“Milla 22” viene a recoger el testigo de las cintas de acción hipertrofiadas donde lo único importante es pasar un rato entretenido entre disparos y persecuciones, con un guion que sirva de excusa para desatar los instintos más básicos de su público objetivo. Precedentes como la saga “Redada asesina” marcan la pauta de la nueva incursión en el género de Peter Berg, un director con trabajos decentes sin llegar a despuntar con ninguno de ellos y que en este nuevo intento sigue la misma estela que en ocasiones anteriores.
El argumento es plano aunque su presentación sea enrevesada. La trama, con espionaje de por medio, es sencilla y hasta tópica, y por ello no insiste mucho en crear un mundo desarrollado a su alrededor, sino que se centra en explotar la acción desde el primer minuto de proyección, sin que ello signifique que el trabajo de los guionistas sea descuidado. Los personajes principales están desarrollados y bien dibujados, recurriendo a subtramas y flashback que lastran mínimamente el ritmo, pero son necesarios para no poder achacar a la dupla de guionistas el haber optado por personajes unidimensionales.
El interés de Berg detrás de las cámaras es el de emular, como se indica más arriba, películas como “Redada asesina”, donde el conjunto se asemeja más a un videojuego por el que se transita de nivel en nivel, aumentando la dificultad, que a una película con vistas a dejar poso en el público. Esto es cine de evasión. Una atracción que deja sin aliento al espectador, tanto por su trepidante trama como por la puesta en escena del realizador. El cineasta apuesta por la última tendencia en el género, donde el montaje sincopado y los planos cortos marcan la norma, resultando una puesta en escena tremendamente confusa, agotadora, que no termina de dejar claro lo que pasa en pantalla.Una verdadera lástima sobre todo en lo que se refiere a las peleas cuerpo a cuerpo protagonizadas por Iko Uwais. Un actor al que se pudo ver en “Redada asesina 2” y que, como tantos otros intérpretes asiáticos, sabe luchar sin necesidad de recurrir a especialistas; quedando aquí deslucido a causa del trabajo de Berg tras la cámara. Las coreografías de los combates cuerpo a cuerpo con este actor son lo más destacable de una película que ofrece tal explotación de escenas de acción que acaban convirtiéndose en rutinarias y anodinas.
Mark Wahlberg encabeza el reparto con un papel que no le exige ningún esfuerzo y que significa un más de lo mismo en su carrera. Interpretación con la que se siente cómodo y en la que convence siempre. Le acompaña Lauren Cohan, de lo más destacable de la insulsa e inacabable “The walking dead”. Una actriz que a tenor de lo que se puede ver en este film, debería desligarse de ese producto televisivo al que ha dedicado tantos años y apostar por el cine, el cual se vería beneficiado de su talento. Iko Uwais completa el trío protagonista enfatizando, como se ha comentado anteriormente, su buen hacer como luchador. John Malkovich como jefe de operaciones le da el empaque necesario que solo puede ofrecer un veterano actor de su categoría a un producto de estas características.
Opinión final
“Milla 22” funciona para aquellos seguidores del género de acción que buscan emociones fuertes sin un momento para recobrar el aliento. El espectador que se interese por argumentos más pausados deberá huir de esta propuesta de evasión con un equipo competente al mando.
