La última película de Hayao Miyazaki, ‘El viento se levanta’, es un homenaje a Jiro Horikoshi. Una carta de despedida en la que el director y guionista explicará con amor las inspiraciones de un pequeño aspirante a piloto que vivió su sueño convirtiéndose en uno de los más grandes ingenieros aeronáuticos que tuvo Japón.
Sinopsis de la película ‘El viento se levanta’ de Hayao Miyazaki
‘El viento se levanta’ cuenta la historia de Jiro Horikoshi, un enérgico, estudioso pero sobre todo imaginativo niño nacido en Japón en 1903, quien sueña con surcar los cielos al igual que ya hicieron los primeros los primeros temerarios y no poco locos, pilotos de aviones construidos con madera y lona.
Este niño, vivirá unos inquietantes, esperanzadores sueños que le llevarán a volcarse en los estudios para convertirse en ingeniero de aquellos aparatos voladores que tanto admira. Su trabajo en los años treinta, se tornará en dedicada obsesión para desarrollar un modelo equiparable a los de los occidentales, quienes les llevan una década de avances tecnológicos y son capaces de construir aviones de metal que pueden soportar velocidades muy superiores en comparación con los tradicionales modelos japoneses.
Crítica de la película ‘El viento se levanta’ de Hayao Miyazaki
Hayao Miyazaki. Hablar de una este hombre y de su trabajo puede ser algo muy complicado. Él, acompañado de cientos de artistas, ha encumbrado el éxito y el reconocimiento de la crítica e incluso ha llegado un poco más allá, pues en la devoción, más de uno lo ha subido a un merecido pedestal. Ahora el problema está en que este gran maestro ha decidido jubilarse a sus 73 años dejando como legado final ‘El viendo se levanta’, una película que contiene la esencia principal de sus trabajos, la magia, premoniciones, personajes enigmáticos y viajes oníricos no faltarán, pero todo ello dentro de un marco realista que nos impedirá volar como solíamos estar acostumbrados siempre que nos adentrábamos en los mundos de Miyazaki.
‘El viento se levanta’ es un magnífico homenaje a Jiro Horikoshi, el ingeniero aeronáutico que se dedicó en cuerpo y alma al diseño y desarrollo de la aviación Japonesa. La película se centra en los primeros años del personaje, donde el pequeño niño idealista Jiro, sueña con ser piloto, hasta que, logra crear la más famosa de sus obras tras su exitoso primer modelo Mitsubishi A5M: el Prototipo 12, “Modelo 00”, o más conocido por los pilotos de la Segunda Guerra Mundial, “Zero”.
Durante el transcurso de la película ‘El viento se levanta’ habrá escenas sobrecogedoras y muy inquietantes, pues los continuos viajes al mundo onírico donde Jiro vuela y recibe inspiración de la misma mano de su ídolo Giovanni Battista Caproni, uno de los primeros ingenieros aeronáuticos del mundo, consiguen desorientarnos lo suficiente como para pensar que el terremoto histórico de Kanto en 1923 y su posterior incendio que sufrió Tokio pudiera estar sucediendo o no.
Indudablemente, y esto es algo que suelen compartir todas las producciones de Hayao Miyazaki, la belleza visual y los pequeños detalles representados, hace que nos encontremos continuamente en una especie de cuadro animado en el que no podremos parar de posar los ojos aquí y allí, intentando disfrutar de cada uno de ellos. Es un placer cómo el viento deshace la humareda de los motores, como agita la vegetación, como hace volar los aviones o simplemente, como deja ascender el hilo de humo de los continuos cigarros que fuman sus protagonistas.
Caras y rasgos conocidos de otras películas (seguramente ya haya por ahí algún friki que las haya identificado y catalogado), se presentarán para dar vida a nuevos personajes que, en cierto modo, me arriesgaría a afirmar, también han adquirido algunos de sus comportamientos. Así no será difícil recordar alguna bruja de ‘El viaje de chihiro’, alguien de ‘La princesa mononoke’, o, ya siendo temerario, hasta algún personaje de ‘Sherlock Holmes’.
Hayao Miyazaki volverá también a hacer de las suyas con su estilo narrativo, presentándonos escenas en las que de golpe y porrazo y sin transición, las cosas se vuelven totalmente negras o, en caso contrario, se solucionan todos los problemas, o mejor dicho, conflictos propios y lógicos que se llevan arrastrando desde el principio de la película. Así un idílico encuentro entre del protagonista se resolverá de forma tan precipitada y casual en un entorno de tan exuberante belleza que llega a dar la sensación de que está metido ahí porque ya no había forma de meterlo. Y ese es uno de los problemas que tiene permanecer en el mundo real alejado del onírico. En el onírico casi todo vale y se puede conceder pero en el real… que les voy a contar.
‘El viento se levanta’ es una bonita película pero descentrada, que no logra casar bien la emotividad onírica con el realismo histórico puro y duro. Más fácil hubiera sido contar este, gran homenaje a una figura histórica como lo fue Jiro Hirikoshi, que recibió la Orden del Sol Naciente en reconocimiento a sus méritos, desde un punto de vista totalmente biográfico, o desde una posición totalmente imaginativa y por qué no, alocada.
Esperemos que, pese a su anunciada retirada, Hayao Miyazaki sorprenda al mundo con un nuevo trabajo, y luego otro… y otro… y…
