Candidata por Alemania a los Oscar 2014, dato muy relevante, se estrena el 11 de julio este thriller llamado ‘Dos vidas’. Una modesta aproximación a uno de los periodos más lúgubres de la historia europea.
Sinopsis de la película ‘Dos vidas’
Katrine, una niña de la guerra, hija de un soldado alemán y una ciudadana noruega, vive desde hace 20 años con su madre, su marido, su hija y su nieta en Oslo. Tras la caída del muro de Berlín un abogado que pretende juzgar al estado Noruego, contacta con ella y su madre para que testifiquen. Tras la negativa de Katrine salen a la luz una serie de secretos inconfesables que llevaba décadas ocultando a su familia.
Crítica de la película ‘Dos vidas’
El Cine Alemán parece cerrar heridas supurantes con su denigrante pasado y se pone manos a la obra, tras los éxitos de películas como ‘Good bye, Lennin!’ ( Wolfgang Becker,2003) o ‘La vida de los otros’(Das Leben der Anderen, Florian Henckel von Donnersmarck, 2006), obras que guardan igualdad temática con Dos vidas, la caída del muro y la complicada existencia en la extinta Républica Demócratica Alemana (RDA), en la recuperación de un periodo tan oscuro como incierto. El problema de estos planteamientos tan directos es que están elaborados para complacer a un público más allá de las fronteras alemanas, incluso europeas, es decir, es como si los americanos siguieran ocupando su sector. Dejan de lado la experiencia y el esfuerzo titánico que supuso técnica y narrativamente el Nuevo Cine Alemán, Wenders, Fassbinder o Herzog, por nombrar algunos. Ciertos temas, y si entre ellos se encuentra el Siglo XX , merecen ser pensados y ser rodados con otra pulsión fílmica.
A la salida del cine tras ver ‘Dos vidas’, nos quedamos con cierto regusto bucal de siesta de sábado. La cinta aborda demasiados periodos históricos y a nuestra heroína le ocurren demasiadas cosas que no terminan de encajar en el planteamiento ofrecido al inicio del film. El exceso de información termina por dejar perplejo al espectador, quizá sea un exceso de dramatismo histórico.
El punto de partida de la película es el “programa Lebensborn” (Fuente de vida) una tétrica práctica que llevó a cabo la Alemania nazi, con Heinrich Himmler a la cabeza, cuyo objetivo era expandir a la raza aria. El guion se centra en la Noruega ocupada donde los nazis protegían a los bebes nacidos de parejas conformadas por mujeres noruegas y oficiales alemanes. Basada en una novela, no publicada en España, de la escritora alemana Hannelore Hippe, inspirada en hechos reales, ‘Dos Vidas’ es la segunda película de George Maas. Tras este arranque vibrante la película va perdiendo aire hasta convertirse en un mero drama familiar, en el que no se llega a profundizar, cuyo final muy previsible y alejado de las normas del suspense, no termina de convencer y es rodado de una manera un tanto forzosa y cotidiana. Con un ritmo discontinuo, con secuencias que no configuran una aportación narrativa vital (el presunto engaño del marido con una película pornográfica), y resolviendo por encima otras más necesarias para el conjunto de la película (la decisión de la protagonista por denunciar su caso a las autoridades). La película adolece por parte de su director de un desentendimiento de sus personajes, de sus acciones a través de la imagen y el diálogo, en detrimento de unos hechos arrolladores (el secreto, el pasado espía o la dualidad). Focalizando los hechos en la palabra no en la imagen fílmica, en una realización sobria cuyo único interés es la dramaturgia, no el plano entendido como un absoluto. La pasión histórica al servicio de la pasión fílmica.
‘Dos Vidas’ se promociona como el mejor thriller alemán desde ‘La Vida de los otros’, sin embargo la película de Von Donnersmarck se sitúa muy por encima. Maas se limita a realizar una planificación elemental y plana, en la que destaca una iluminación repleta de claros y oscuros con la intención de resaltar la dualidad de la protagonista, con unas interpretaciones justas, en la que ningún actor destaca más que otro, ni la genial y bastante desaprovechada Liv Ullman, que transmite una sensación de confusión interpretativa durante toda la película, seguramente por falta de motivaciones de su personaje, elegida más por su nombre internacional que por otra cosa.
