Comida y amor se entremezclan a la perfección para conquistar la cartelera este fin de semana con ‘Amor en su punto’. Una comedia romántica que utiliza los clichés del género pero que sabe dotar a sus protagonistas, interpretados por Richard Coyle y Leonor Watling, de personalidad e imperfección.
Sinopsis de la película ‘Amor en su punto’
Olivier Byrne (Richard Coyle) es un famoso periodista gastronómico con una recocida columna multimedia titulada “Guía para comer y amar”. De las dos cosas sabe bastante, ya que su pasión por la comida es tan evidente como su adicción a las mujeres. A pesar del éxito de sus consejos culinarios para ayudar en la búsqueda de “la media naranja” de cada cual, Oliver nunca acierta en sus conquistas y cada seis meses de noviazgo, por uno u otro motivo, vuelve a encontrarse soltero.
Su última relación no terminó nada bien por comerse el último postre que quedaba en la nevera de su novia. Ella, acusándolo del más tremendo de los egoísmos, le echó de casa completamente desnudo tirándole la ropa por la venta. De esta forma tan inesperada y surrealista conocerá a Bibiana (Leonor Watling), una comisaria de arte española que se encuentra recogiendo la ropa de Oliver del suelo de la calle con la intención de donarla a los más necesitados. Oliver sentirá el flechazo al instante pero ¿conseguirá añadir los ingredientes adecuados para que llegue a buen puerto tan insólita relación?.
El resultado final de la receta amorosa entre Oliver y Bibiana resultará tan explosiva como intrigante. ¿Lograrán encontrarse una kamikaze de las relaciones amorosas imposibles con un experto en huir de ellas?.
Crítica de la película ‘Amor en su punto’
¿Acaso no es sabido que la conquista comienza por el estómago? Dominic Harari conquistó a Teresa de Pelegrí (‘Seres queridos’), ambos directores y guionistas de la cinta, con un exquisito risotto durante su primera cita y desde entonces creen “a pies juntillas” en la relación entre un buen plato culinario y un intenso flechazo amoroso. Un día, pensando en la famosa cita de “El amor más sincero es el amor a la comida” del escritor irlandés George Bernard Shaw, la “bombillita” se encendió en la mente de este matrimonio de cineastas y poco a poco fueron dando forma a la que hoy presentan como ‘Amor en su punto‘.
Y es que ¿quién quiere volver a comerse una salchicha estofada -coddle- cuando ha probado el jamón serrano? Esa es la tortuosa relación amor-odio que el pequeño Olivier Byrne (Richard Coyle) mantiene con la comida desde que un día visitara España con su familia y descubriera el buen comer. No hay duda que el chiquillo tenía buen gusto, lo malo ahora será enfrentarse a los tortuosos platos típicos irlandeses de su padre. Así, entusiasmado por el amor su a la buena comida, Oliver crecerá cultivando sus cualidades gastronómicas hasta convertirse en un gran chef y afamado crítico culinario con su propia columna “Guía para comer y amar”.
Pero a pesar de ganarse la vida dando consejos a los demás para cómo conseguir conquistar a tu “media naranja” a través de la comida, Oliver aún no ha conseguido encontrar a la mujer que le haga perder el sentido y sentar la cabeza. Hasta que conoce a Bibiana (Leonor Watling) -española tenía que ser, claro está-, una mujer completamente diferente a él en todos los sentidos. Juntos comenzarán una relación llena de altibajos donde para avanzar tendrán que estar dispuestos a madurar.
En ‘Amor en su punto’ encontramos los típicos tópicos de la comedia romántica pero sin tapujos. En esta ocasión no tratarán de escondernos las intenciones reales de la película ni las fuentes de dónde beben sus ideadores. Una historia que sabe usar los clichés del cine de comedia pero bañando con elegancia y carisma las manidas ya preconcebidas ideas de cuando “chico conoce a chica”. Así, poco a poco mientras transcurre la película, irá conquistándonos esta romántica propuesta con toques al más puro estilo de la comedia británica pero con ese punto realista y reflexivo que conseguirá hacer que hasta el público más exigente empatice con las peripecias amorosas de Oliver y Bibiana. Dos personajes imperfectos, inmaduros sentimentalmente hablando y sin nada en común más allá de una devastadora atracción física desde el primer momento. ¿Funcionará el flechazo a largo plazo? ¿Serán capaces de madurar, comprometerse y avanzar en esta relación? ¿Logrará la pasión por la comida unirles finalmente? La respuesta, cómo no, en el cine este fin de semana.
