Blanca, amable, y pasable tercera entrega de las aventuras del agente secreto del MI7, Johnny English (Mr. Bean AKA Roman Atkinson). Sirviéndose del esquema, una vez más, de las películas de La Saga Bond, asistimos a una sucesión de piruetas cómicas de toda clase (redundando en el Slapstick), que busca sacar la carcajada tonta al espectador a base de trucos ya vistos, e infalibles métodos de tortura. Y a ratos, en mi opinión, lo consigue. Apta, en definitiva, para todo aquel que quiera pasar un rato sin pensar; o no esté acostumbrado a hacerlo. Se agradece su corta duración.
Sinopsis de Johnny English 3: De nuevo en acción
Un ciberataque desvela las identidades de todos los agentes secretos del gobierno Británico, teniendo éste que recurrir, como medida desesperada, a los servicios del ex-agente Johnny English (Roman Atkinson), el cual se encuentra impartiendo clases en un instituto de secundaria.
Opinión de Johnny English 3: De nuevo en acción
Ante la pregunta: ¿Qué nuevas trae consigo la tercera entrega de Johnny English? La respuesta es: Nada. Ni es vanguardia artística, ni desborda imaginación, y ni mucho menos es estimulante a nivel intelectual. Lo que se espera, vamos, o se busca en una película de este calibre. Por tanto la pregunta que deberíamos hacernos es: ¿Da todo lo que promete? ¿Bufonadas, trompadas, chistes sin sentido a mansalva? ¿Inverosímiles gags y giros de guión con los que poder echarte un par de carcajadas que te pillen a pie cambiado? Pues sí, a saco, y en grandes cantidades.
Y por si faltara poco, se permite el lujo de lanzar una crítica soterrada, a modo de guiño para los fans puretas, supongo, en torno a la tecnología actual; señalándola como la principal responsable de la asepsia de la sociedad y de crear legión en torno a la idiotez y la dependencia.
Como último apunte, destacar, cómo, a pesar de tratarse de una comedia, al fin y al cabo, disparatada, la arrogancia imperialista Inglesa (nostalgia de las colonias) aparece en un par de diálogos; como si de un problema real del subconsciente británico se tratase. Me recordó a la entrevista que Jot Down publicó sobre el escritor (Inglés) Martín Amis.