Avalada por algunos premios y a las puertas de conseguir otros tantos, llega “Girlhood”, la historia de una joven adolescente que en pos de la libertad busca refugio en una banda.
Crítica de “Girlhood” de Cèline Sciamma
El título original de la obra que, junto a Lirios de agua y Tomboy cierra la trilogía de Cèline Sciamma sobre la juventud y el descubrimiento de uno mismo, en realidad es Bande de Filles. Suponemos que su nuevo título se debe al tirón que tuvo hace unos meses Boyhood… Pero en fin, vamos a dejar a un lado estos temas de marketing y centrémonos en la nueva obra de la directora francesa.
Con un inicio espectacular que solo puede hacerse en cine, eso tan hipnótico de mezclar música con imágenes increíblemente bellas, Cèline Sciamma nos mete de lleno en la historia de una chica de 16 años con muy poco poder de decisión.
Assa Sylla, Karidja Touré, Lindsay Karamoh, y Mariétou Touré en “Girlhood”
Con una estructura estupendamente bien definida por una primera hora de conocimientos y crecimiento y una segunda de asentamiento y toma de decisiones, nos plantamos ante un peliculón que nos narra la transformación de una chica que descubre que, para sobrevivir en un mundo gobernado por hombres, tiene que empezar a tomar decisiones que, a lo mejor, no son las mejores pero que, sin embargo, le valdrán para encontrar la libertad de actos que tanto ansía, ¿o no?
Idrissa Diabaté y Karidja Touré en “Girlhood”
Sin duda, Girlhood es una película que está llena de cosas maravillosas, desde la complicidad que se crea entre muchas de las actrices que pueblan el film hasta su magnífica realización (el momentazo Diamonds de Rihanna es simplemente lo mejor que he visto en mucho tiempo), la estructura que ya he mencionado antes, su banda sonora, sus paisajes entre el centro de París y los suburbios… Y podríamos seguir pero mejor será que lo veas con tus propios ojos.
Karidja Touré en “Girlhood”
Si hubiera que ponerle un pero sería al guión aunque simplemente porque puede ser un tema algo manido y tampoco acaba de aportar nada nuevo que no hayamos visto antes en otras historias que hablan sobre el paso de la adolescencia al mundo adulto. Sin embargo, está muy bien construido, sobre todo, a nivel de personajes y a nivel de estructura. Puede que no sea el sumun de la originalidad pero estamos ante una narración terriblemente bella.
Sinopsis de “Girlhood” de Cèline Sciamma
Marieme, una chica de 16 años vive en plena adolescencia una vida llena de prohibiciones. Su familia, los chicos de su barrio, el colegio… Marieme se ve impedida en poder escoger, en tener la opción de elegir sobre su vida y su futuro… Sin embargo, puede que haya una salida. Todo cambia cuando la joven protagonista se encuentra con un grupo de chicas que claman por su libertad, tanto de decisión como de elección, y la acogen en su banda. A partir de ahí, Marieme se convierte en Vic y, además de empezar a decidir por sí misma, conocerá los códigos de la calle, de la amistad, de la violencia pero, sobre todo, de la libertad.
