“La conspiración del silencio” llega a la cartelera para dejarnos sorprendidos con el hecho de que a finales de los 50 un silencio atroz mantenía oculta la existencia de Auschwitz y de sus crímenes entre los propios alemanes.
Sinopsis de “La conspiración del silencio” (2015)
Johann Erdmann (Alexander Fehling) es un joven fiscal que descubre, mediante unos documentos filtrados por un periodista, la oscura verdad que se esconde tras Auschwitz y que tras la finalización de la Segunda Guerra Mundial se ha intentado ocultar. Ante el horror que acaba de conocer no parará hasta abrir un juicio contra los miembros de las SS que sirvieron en dicho campo de concentración.
Crítica de “La conspiración del silencio” (2015)
Indudablemente han sido multitud las ocasiones en las que se ha llevado el tema de los nazis, Hitler y la Segunda Guerra Mundial a la gran pantalla. La novedad en esta “La conspiración del silencio” (2015) será descubrir al mismo tiempo que nuestro protagonista, un joven fiscal, la ignorancia que a finales de los años 50 aún prevalecía sobre la existencia de Auschwitz y de sus crímenes.
Situado en Cracovia, Auschwitz tuvo sus puertas abiertas desde el 20 de mayo de 1940 hasta el 27 de enero de 1945, momento de liberación por el ejército soviético. Durante cinco años, el que fuera el mayor centro de genocidio de la historia nazi daba la bienvenida a sus huéspedes bajo el lema Arbeit macht frei («El trabajo os hará libres»), pero la cruenta realidad en Auschwitz era otra. Vejaciones, torturas, violaciones, experimentos médicos y asesinatos -donde reinaban la cámara de gas y los multitudinarios crematorios- se daban lugar dentro de esta alambrada a diario por miembros de miembros de la SS. Se calcula que tan sólo un 10% sobrevivieron a tan brutal exterminio.
En “La conspiración del silencio” veremos como bajo el titular “crímenes de guerra” se intentaron esconder todos estos horrores. Y lo consiguieron durante más de veinte años, cosa realmente asombrosa que dejará impactado al espectador. El desconocimiento sobre Auschwitz era total en las calles de Alemania y los pocos supervivientes que aún quedaban con vida seguían aterrados por su alargada sombra -muchos de esos crueles miembros de las SS ocupaban puestos relevantes en el panorama social y político del momento-.
Esa enorme ignorancia y ese ansiado olvido sirven de telón de fondo para algo más importante: la mentira. Una dolorosa mentira en la que vivían sumergidos todos aquellos jóvenes nacidos durante o tras la caída del régimen y que el resto de la población callaba en su afán de superación, no sin sentir miedo, vergüenza o remordimiento. Hasta que en diciembre de 1963, gracias a la constancia y compromiso de Fritz Bauer, Fiscal General en el Estado de Hesse -sobreviviente del Holocausto- tuvo lugar en Frankfurt uno de los más importantes juicios sobre el Holocausto: el Juicio de Auschwitz. Allí se juzgaron por asesinato a 22 miembros de las SS que trabajaron bajo el mando de Hitler en el campo de concentración de Auschwitz.
Bajo la inexperta batuta de Giulio Ricciarelli -hasta el momento su trabajo siempre ha sido actoral- asistiremos al perseverante y dificultoso proceso que nuestro protagonista el joven Johann Radmann –al que interpreta un Alexander Fehling realmente convincente-, ficticio fiscal ideado para protagonizar esta trama, lleva a cabo hasta conseguir llevar ante la justicia a estos 22 acusados.
Acertada mezcla entre realidad y ficción harán de “La conspiración del silencio” un interesante thriller político, con un ritmo algo pausado pero llevadero, que busca un claro objetivo: reconocer el mérito de aquellos héroes anónimos que hicieron justicia, aceptando así el sufrimiento de miles de víctimas inocentes. La meta de la cinta es dar testimonio de lo que allí aconteció, lo cual logra sobradamente despertando el interés del espectador, lo que no llega a conseguir es emocionar y conmover con una historia tan trágica como esta. Aunque también hay que reconocerle el mérito y delicadeza con la que se han tratado ciertas escenas con temas tan delicados y turbadores como son las entrevistas con las víctimas supervivientes del campo de exterminio.
