Los veteranos Robert Redford y Nick Nolte se cuelgan la mochila en “Un paseo por el bosque”, una comedia que deja atrás los pormenores de la madurez con el único fin de disfrutar.
Sinopsis
Bill Bryson (Robert Redford), escritor y viajero, regresa a Estados Unidos después de vivir veinte años en Inglaterra. Hastiado de todo lo que le rodea decide emprender la aventura de su vida, cubrir la ruta de los Apalaches. Tras intentar buscar compañía infructuosamente, se verá obligado a compartir el camino con su viejo amigo Stephen Katz (Nick Nolte), un vividor con una idea muy distinta de la palabra aventura.
Crítica “Un paseo por el bosque”
Un paseo por el bosque podría ser una comedia cualquiera para disfrutar en familia en estas fechas en las que ya estamos inmersos. Su planteamiento y su mensaje de superación contrastan con el cierto cinismo de su personaje protagonista, que encaja perfectamente con su desvergonzado compañero, en una suerte de buddy movie cuasi senil.
El guion de la cinta nos presenta a dos personajes bastante opuestos que por su forma de ser generan situaciones cómicas de manera innata. El carácter desastroso del protagonista, nos presenta una serie de situaciones cómicas desde el inicio del film. Tras la aparición de Katz, el compañero de viaje, todo se desata y los gags se van encadenando, provocando carcajadas en una historia que a pesar de ser claramente una comedia, resulta ser más divertida de lo esperado; sin dejar de lado un argumento latente detrás que dota de perspectiva a la simple gamberrada.
“Un paseo por el bosque” es más que la relación de dos locos superados por las circunstancias del viaje, es un reflejo de la madurez de dos personas, dos maneras de ver la vida cuando lo único que queda es disfrutar. La superación es esencial pero lo más importante del camino no es la meta sino el trayecto, y lo que se extrae del él. Esa es la verdadera moraleja del relato, donde la amistad prima por encima de todo, destacando que el objetivo se puede lograr de muchas formas.
Rick Kerb mide perfectamente los tempos del gag, sin resultar pesado ni ridículo, dejando paso a secuencias más agridulces y dotando de protagonismo al espectacular paisaje de los Apalaches. Los intérpretes están en estado de gracia encajando perfectamente con su rol. Robert Redford está fantástico como el irónico y tenaz Bryson, pero el auténtico roba escenas en un Nick Nolte idóneo para el papel de Katz. Ambos actores son esenciales en el resultado final de la película, siendo imposible imaginarse a otros en el papel. La química entre los dos es total, e incluso se echa de menos una precuela contando sus aventuras cuando eran jóvenes. En un papel menor también encontramos a la siempre fantástica Emma Thompson, con su mezcla cómica y entrañable que tanto ha explotado en sus interpretaciones a lo largo de los años.
Un paseo por el bosque es una de esas películas que se encaran sin pretensiones, con el único fin de entretener, pero que ofrece mucho más de lo que se espera de ella. Su mensaje interior y sus intérpretes elevan el conjunto y hacen su visionado una delicia y una sorpresa para aquellos que quieran alejarse de películas taquilleras típicas de estas fechas. Si además estás en el rango de edad de los protagonistas, tu disfrute será mayor.