Con ‘Objetivo: La Casa Blanca’ disfrutaremos de una película entretenida de “buenos contra malos”, de lealtad y patriotismo, de acción a raudales y de un Gerard Butler que sabe como nadie dónde invertir su dinero para obtener beneficios.
Trailer de ‘Objetivo: La Casa Blanca’
Sinopsis de ‘Objetivo: La Casa Blanca’
Mike Banning(Gerard Butler) es el responsable de coordinar la seguridad del presidente de los Estados Unidos (Aaron Eckhart), y en su trabajo, no deja ningún detalle al azar. Siendo concienzudo e implacable a la hora de desarrollar sus tareas durante su trabajo, en los momentos más distendidos también es el mejor amigo del presidente y un buen “colega” de su hijo.
Un desafortunado incidente que obligará aMike Banninga actuar por encima de la ética del presidente, conseguirá distanciarlo de su estrecha amistad y de las responsabilidades como jefe de seguridad en la Casa Blanca. Desolado, se verá abocado a llevar una vida de agente de oficina lejos de la amistad del presidente hasta que un ataque por sorpresa a la Casa Blanca que pondrá en jaque a los servicios de seguridad del estado le convertirá en la única opción de rescate.
Crítica de ‘Objetivo: La Casa Blanca’
“Oh, say can you see…”reza la versión acústica de la bandera americana, o lo que es lo mismo, el himno de los Estados Unidos de América que tiene por título “The Star-Spangled Banner” o lo que es lo mismo, “La bandera de barras y estrellas”. Creo que es una buena pista de lo que podremos encontrar en “Objetivo: La Casa Blanca”. Una vez más a los responsables no les debió gustar el título original para España “Olympus Has Fallen” que traducido vendría a ser algo así como “El Olympo ha caído”, que es como supuestamente se denominaría en clave un ataque a la Casa Blanca.
Empezaré diciendo que ‘Objetivo: La casa Blanca’ está bien teñida de patriotismo exagerado, pero realista (si alguien conoce un poco a los orgullosos ciudadanos de américa), con multitudes de escenas, frases y acciones que se pueden considerar hasta divertidas por lo exagerado de la situación. Pero ojo, que esto no significa que la película sea mala. De hecho lo que uno deduce de todas las imágenes abanderadas, frases tipo “no nos quitarán la libertad” y de más, es que Gerard Butler (300, Un buen partido), productor de la película, tiene un buen ojo para los negocios y sabe explotarse para obtener una buena rentabilidad. Ya ven, mientras que allí un caballero se encarga de explotar el patriotismo y los buenos sentimientos a la nación, aquí explotamos hasta el límite lo chabacano, lo cutre, lo infame y lo soez para dar a luz cosas como “Torrente”.
En ‘Objetivo: La Casa Blanca’ Gerard Butler apuesta sobre seguro para obtener un gran beneficio. Se ha rodeado de un buen reparto con actores de alto nivel y reconocimiento como Morgan Freeman (Oblivion, El caballero Oscuro) y de nuevas estrellas del momento que también tienen asociadas a su trabajo la palabra “America” como lo es el actor Dylan McDermott (American Horror Story, American Horror: Asylum), un director eficiente y con experiencia como lo es Antoine Fuqua (Trainning Day, El tirador), y dos desconocidos guionistas, que me imagino que serán colegas sus colegas, pero que al igual que Gerard saben hacer muy bien su trabajo.
Es inevitable comparar ‘Objetivo: La Casa Blanca’ con ‘Jungla de Cristal’, la primera, la mítica, la buena. Un sólo hombre se enfrenta a prácticamente un ejército que se ha hecho fuerte dentro de un edificio emblemático. De hecho, cambiando un par de cosas, este guión hubiera sido una muy buena sucesora de aquella, y no hubiéramos tenido que soportar Jungla de Cristal IV y V. Puede que esta película no sea innovadora, que no lo es, pero si es cierto que sabe mantener un nivel de acción adecuado sin excederse demasiado en escenas de tiros sin sentido. Y la verdad, cuando lo hace, a uno no le importa porque son tan “flipados” que sorprenden.
Conclusión de ‘Objetivo: La Casa Blanca’
El que se siente en el cine que se prepare a ver dos horas de acción aderezadas con ciertos comentarios (para ensalzar ciertas acciones patrióticas de buenos), comunicados éticos (para justificar las acciones de los malos), y grandes sentencias cargadas de principios del héroe, que conseguirán sacarnos una enorme sonrisa (a algunos carcajada), mientras pensamos “Oh, say can you see…”. Y que nadie se equivoque, es una película visualmente espectacular y buena dentro de su género. Eso sí, también cuenta con ciertos giros de guión soprendentes, pero no por su ingenio, sino porque debían tener prisa para resolver ciertas escenas. Vamos, que en algún momento nos quedaremos flasheados intentando saber cómo han sucedido ciertas cosas.