Kung Fu Panda 3 llega con más colorido, más movimientos de Kung Fu y un nuevo enemigo, eso sí, también vuelve con un argumento demasiado infantil.
Kung Fu Panda 3: Crítica
Po -con la característica voz de Florentino Fernéndez- y sus discípulos del kung fu regresan en una nueva aventura donde tendrán que luchar contra Kai, el villano de Kung Fu Panda 3. ¿Qué está en juego en esta ocasión? Nada más y nada menos que el ‘qì’ de los grandes maestros, el cual en las manos equivocadas podría llegar a causar el caos mundial.
La historia de este oso panda ha ido evolucionando con el paso de sus entregas. Aquel oso torpón que conociéramos en 2008 ha logrado convertirse en toda una leyenda del kung fu. Ahora en 2016 se le presenta un nuevo reto: ¿tendrá el potencial necesario para convertirse en maestro y desarrollar todas sus capacidades interiores? Kung Fu Panda 3 centrará su argumento en ese elemento de lucha y superación personal en el que vivirá inmerso Po y donde tendrá la difícil misión de transmitir todos sus conocimientos del kung fu a sus alumnos, además de tener que conseguir canalizar toda su energía interior y aprender a usarla de forma concentrada para vencer a su nuevo enemigo.
Por lo demás no hay grandes variaciones con lo que respecta a sus anteriores entregas. En resumen más de lo mismo en la vida de este panda, aunque seguro suficiente para hacer de sus 95 minutos más que disfrutables por los más pequeños de la casa, sobre todo para aquellos amantes de las peleas, los puñetazos, las pataditas voladoras y, en general, de las artes marciales. Eso sí, todo ello de manera más que inofensiva y buen rollista haciendo de éste un argumento 100% infantil que se complementa con gags igual de infantiles y que harán que el público adulto de la sala vaya perdiendo poco a poco el interés…. a los adultos terminará por aburrirnos tanta búsqueda incesante del ‘qì’ -en la cultura china, un flujo de energía vital inherente a todo ser vivo-, y a los más pequeños les costará entender que intenta encontrar Po con tanto ahínco ya que resulta un concepto demasiado complejo para ellos y que además no quedará suficientemente explicado durante la cinta por mucho que repitan la famosa palabra cada cinco minutos.
Cabe destacar el increíble trabajo de animación realizado por el equipo de DreamWorks en todos y cada uno de sus personajes. Mayores y pequeños quedarán admirados por el colorido que inunda la cinta, con los pelajes de los animales, con la precisión de sus movimientos de kung fu… lástima que su guion no se encuentre al nivel de semejante alarde visual.