Foto de "Puro vicio"

Puro Vicio, resolver un complicado caso en un complicado estado

El director Paul Thomas Anderson adapta la novela de Thomas Pynchon “Puro Vicio”. Hippies, nazis, sociedades y agentes secretos, drogas, mafias, prostitutas, yonkis… y una audiencia que no dejará de preguntarse ¿Qué está pasando?

Sinopsis de “Puro Vicio”

Los Ángeles, 1968. El hippie detective privado Larry Sportello (Joaquin Phoenix) recibe la inesperada visita de su ex Shasta Fay (Katherine Waterston), quien le ruega ayuda para encontrar a su amante desaparecido, un extravagante magnate de la construcción inmobiliaria relacionado con peligrosas bandas neonazis.

Larry Sportello recurrirá al contacto de diversos personajes para extraer algún tipo de información que le lleve a descubrir donde se encuentra el millonario desaparecido. A su vez irá descubriendo impensables relaciones, increíbles asociaciones y sorprendentes instituciones que le adentrarán en la sórdida realidad de una nación interesadamente fragmentada.

Cartel de "Puro vicio"
Cartel de “Puro vicio”

Crítica de “Puro Vicio”

“Puro Vicio” tiene la virtud de descolocar al espectador en cada escena. De no dejarlo cómodo ni a gusto en ningún momento, de llenarlo de confusión y perplejidad como si la cantidad de droga y consumo de la misma a la que continuamente se hace referencia en la película, pudiera afectar a la capacidad cognitiva de la audiencia.

Foto de "Puro vicio"
Foto de “Puro vicio”

Apenas se presenta, parece que “Puro Vicio” no va a seguir una estructura fácil. En boca de la contenida Katherine Waterston cuya voz en off acompaña a la historia, oiremos reflexiones, indicaciones, sentimientos e intenciones puestos en los enturbiadas pensamientos del “doctor” hippie investigador privado interpretado por Joaquin Phoenix, Larry Sportello. Siempre en un aparente estado de continuo cuelgue, Larry Sportello avanzará errante hacia las confusas indicaciones proporcionadas por sus incoherentes notas con las que tratará de resolver el caso propuesto por su ex novia, Shasta Fay (Katherine Waterston). Un caso de desaparición que no será sino el preludio de una complicada madeja de incoherentes situaciones e inconexas relaciones protagonizada por dispares personajes (judíos pro nazis, nazis pro hippies, hippies corporativistas y agentes especiales cultistas). Sorprendentes hermandades con las que Larry deberá interactuar, desde un motor personal, pues la misma Shasta, el ex amor quien le pidiera socorro, pronto habrá desaparecido de escena dejándonos sólo su sensual voz narradora, y obligando al investigador a ponerse en camino hacia un indeterminado fin.

Foto de "Puro vicio"
Foto de “Puro vicio”

Un fin al que se llegará con dificultad y desinterés debido a la exposición de la información aportada por los tan pintorescos personajes y las enmarañadas relaciones establecidas. De entre todas, sino la más curiosa, la más sorprendente es la mantenida por Larry Sportello y el desquiciado policía Christian F. BjorsenBigfoot” (Josh Brolin), basada en el odio hacia los hippies por parte de “Bigfoot” y el necesario contacto con la ley del investigador secreto.

Precisamente, lo más interesante de la película se encuentra en el descubrimiento de cada personaje y el lugar que ocupa en la trama, siendo recomendable renunciar a seguir la línea argumental para disfrutar sin prejuicios de las continuas presentaciones de tan característicos caracteres, ya que tras demasiados nombres y extensos diálogos, podremos sentirnos abrumados ante el complicado y arbitrario ritmo de investigación. Pero una vez asumida la propuesta, será fácil disfrutar del peculiar retrato que “Puro Vicio ” ofrece de los EEUU de 1968.

Foto de "Puro vicio"
Foto de “Puro vicio”

Hippies y cultistas con mención de los famosos crímenes de Charles Manson; policías y corrupción con continuas referencias al gobierno; músicos y ambiente de desenfreno; amor, drogas, abusos (de distintos tipos); la guerra de vietnam; los contrastes raciales… poco o nada se tocará de manera directa, a través de personajes, de imágenes o de escenas con las que se crearán confusión en incredulidad, como si en cualquier momento fuera a detenerse la película para anunciar el fin de una broma excelentemente interpretada por el reputado reparto.

“Puro Vicio” se sustenta gracias al trabajo de sus actores y algunas interesantes escenas de larguísimos planos de un alto valor si se contemplan en la mínima unidad proyectada. Es decir: Un monólogo en particular, una extravagante escena en singular, un encuadre o foto… Pero que en conjunto no queda sino una confusa mezcolanza de arbitrariedad.

DIRECCIÓN
8
GUION
4
INTERPRETACION
8
Reseña de lectores4 Votos
9.3
Lo bueno
La visión de EEUU de 1968.
El bagaje personal de cada uno de los personajes
El humor dentro del dramatismo
Lo malo
La arbitrariedad con la que avanza la trama
6.7