Crítica de la película ¡Qué guapa soy!: Enésima comedia de Amy Schumer, donde, una vez más, apela a su físico para intentar sacar una carcajada y de paso una moraleja acerca de los complejos y la belleza. Un intento fallido que no provoca ni un atisbo de sonrisa salvo para los fans de la cómica.
Judd Apatow vuelve a la comedia romántica con tintes gamberros en la que Amy Schumer ejerce de protagonista y de guionista simultáneamente. Entretenimiento veraniego que huye en mayor parte del romanticismo más ñoño.