Dates, la nueva serie de moda en la televisión británica, se estrenará hoy viernes 1 de noviembre a las 21:00h en CANAL+ 1 y la temporada completa estará disponible en YOMVI. Una serie que aborda las citas del s.XXI a través de los primeros encuentros de los usuarios de una web de contactos.
DATES, el análisis de la serie de moda en la televisión británica
Vale, Canal Plus no es Netflix y tiene tantas buenas intenciones como fallos garrafales (como la inmediatez a la hora de emitir las series y el inexplicable celo por surtirlas de subtítulos) pero no se puede negar que hacen un esfuerzo por tener un catálogo atractivo y gracias a Yomvi, ajustado de precio.
En esta línea, hoy estrenan “Dates” la nueva serie de moda de la cadena de moda inglesa, Channel 4. Como intuyo que estarás dudando entre quedarte en casa a verla o salir con tus amigos y unas buenas caretas de Scream a echar unos jaggermeister, intentaré ayudar a decidirte con este breve análisis:
¿De qué va “Dates”? Cada capítulo es una cita entre dos personas que se han conocido a través de una página de contactos. 24 escasos minutos (Ya saben, esa duración estándar allende los mares y quimérica en España) que transcurren prácticamente a tiempo real en una conversación. A lo largo de los capítulos los personajes se van cruzando teniendo diferentes citas los unos con los otros. Una especie de “In treatment” amoroso, vamos.
¿Qué tono tiene “Dates”? Es drama puro y duro. Deja algún espacio a otros géneros pero no te esperes un “Impares” ni un “Portlandia”. Es un homenaje a la conversación y el subtexto. Más Bergman que Mad Men. Más Jarmusch que Woody Allen.
¿Quién sale en “Dates”? Viejos conocidos de la tele inglesa. Aquí la más conocida es Oona Chaplin (“Juego de Tronos”) y tal vez te suene Neil Maskell (El asesino de “Utopía”)
La fórmula de “Dates”: “Antes del atardecer” + “In Treatment” = Dates
Opinión: “Dates” viene avalada por varios frentes. En primer lugar, porque viene de Channel 4, la cadena (ojo al dato: PUBLICA) inglesa que es sinónimo de calidad y nos ha traído los productos más transgresores y originales de los últimos años (“Black Mirror”, “Misfits”, “In Betweneers”). En segundo lugar, porque su creador es Bryan Elsley, cuya anterior serie, “Skins” fue revolucionaria y cosechó éxito e incluso una adaptación en Estados Unidos. Y por último, que no menos importante, por las buenas críticas de los medios, lo cual no me extraña nada porque es el típico producto que embelesa a los bien pensantes. Sofisticada, con diálogos incisivos, sustentada en la interpretación y con un sutil tono de dirección. El típico producto que huele a artístico a kilómetros y que nadie tiene valor a criticar, no sea que le digan que el problema es que no tiene la sensibilidad para entenderlo.
Me apunto a esta tendencia, por un lado porque no quiero parecer un ignorante, pero también porque creo que “Dates” tiene aspectos muy interesantes. He de reconocer que su franquicia me hacía sospechar, ya que todo este rollito de ver una cita tal cual a tiempo real no me parece nada original y sí muy presuntuoso (dentro además de un género terriblemente trillado) pero conforme pasan los minutos encuentro verdad en los personajes, (porque no juegan a la caricatura y, efectivamente, los actores se salen) y con eso la mitad del trabajo está hecho. Puede que alguna trama deje translucir demasiado el libreto, pero su duración y ritmo le dota de una agradecida ligereza, y casi terminas de verla sin que te des cuenta. No es la serie de mi vida, pero es la serie de nueve personajes que acabo haciendo míos. A mí me vale.