Hoy 2 de Abril es el día Mundial de concienciación por el Autismo y en Los Interrogantes queremos aportar nuestro granito de arena con un artículo que, más que una lista de películas, nos aclara un poco la representación de este trastorno en el cine.
Análisis de películas que tratan el autismo
El trastorno del espectro autista (por sus siglas TEA) afecta aproximadamente a una de cada cien personas (aunque los últimos registros apuntan a 1 de cada 59). Es un trastorno del desarrollo que se evidencia muy resumidamente en 3 factores comunes, alta dificultad en las relaciones sociales, dificultad para comunicarse y patrones de conducta estereotipados. En el cine, el TEA se ha representado en muchas películas y cada vez es un tema algo más recurrente en las mismas. Pero por desgracia, su representación a veces está muy alejada de la realidad y conduce más al error que al conocimiento de este trastorno. A continuación elaboramos una lista y la manera, acertada o no, en la que el TEA se representó en esas películas para tener una idea general de por donde han de ir los tiros a la hora de tratar este tema en pantalla.
Rain Man
Nivel de adaptación: Correcto
La película de autismo por antonomasia, la más conocida y la que le dio su segundo Óscar a Dustin Hoffman, está inspirada en una persona real, Kim Peek. La representación del trastorno es sin duda muy cercana a la realidad, ya que vemos en el personaje de Hoffman las estereotipias, la rigidez de su comportamiento, la escasa o nula comprensión social de sus actos y su focalización por ciertas cosas, imperceptibles para los demás (Hoffman comentó que pasó 3 meses en una asociación de personas con autismo para prepararse el papel). Si bien el trastorno está bien adaptado y dio a conocer esta realidad al mundo, no estuvo exenta de cierta polémica. ¿La razón? Todo el mundo comenzó a creer que las personas con autismo eran capaces de tener una mente tan privilegiada como la del personaje de Hoffman y que todos eran niños prodigio. Y si bien es cierto que las personas con autismo pueden desarrollar habilidades puntuales en un altísimo grado (como tener oído absoluto), la correlación de rasgos savant (así se denomina a dichas habilidades “asombrosas”) con personas con autismo no es muy elevada, aunque haya ejemplos como el de Kim Peek o Stephen Wiltshire (ese joven que pinta ciudades entera con solo echarles un vistazo). Rain Man dio a conocer el trastorno, pero no todas las personas con autismo son como Rain Man.
Al rojo vivo (Mercury Rising)
Nivel de adaptación: Correcto
Bruce Willis se encargó de proteger a Simon, un chico con autismo que, sin quererlo, descifraba un código que puso su vida y la de sus padres en peligro. Aquí Miko Hughes hizo una excelente interpretación que tampoco se sale de la línea del trastorno; Incomprensión social, rutinas muy marcadas, ausencia de contacto visual, ecolalia (repetición de palabras) facilidad para descifrar enigmas y problemas al focalizarse en ello… Sencillamente una persona con autismo, con sus fijaciones y sus actividades que no termina de comprender ni de (de)mostrar emocionalmente lo que está viviendo.
A quien ama Gilbert Grape
Nivel de adaptación: Correcto
Y es menester decir que hay algo de trampa en esta afirmación, ya que en la película nunca se refiere que Arnie (interpretado por un joven Leonardo DiCaprio), el hermano de Gilbert Grape, tiene autismo (de hecho en la película se trata como discapacidad intelectual). Pero la impecable actuación de DiCaprio refleja claramente a una persona con los síntomas de un TEA. Nuevamente estereotipias, dificultad para comprender su entorno y a los que le rodean, ausencia de percepción de peligro en situaciones llamativas… Sin duda alguna la nominación al Óscar fue más que merecida para el joven Leo que contaba en esa época con tan solo 18 años.
Un viaje inesperado
Nivel de adaptación: Incorrecto
Una película que tiene un bonito mensaje y que refleja la realidad de muchas familias con miembros con TEA: El momento en que conoces la noticia y su posterior reacción, desde la negación hasta la aceptación como si de un duelo se tratase. Pero por desgracia, la película falla a la hora de representar el autismo. ¿Por qué? Porque aunque los personajes de Zac Effront y Bubba Lewis presentan dificultades sociales, son capaces de comprender la intencionalidad de algunos de sus compañeros, de entender y usar correctamente los pronombres personales (una dificultad extrema para las persona con autismo ya que suelen hablar siempre en tercera persona tanto de sí mismos como de los demás) o de realizar acciones que tienen varios saltos de intencionalidad (como llamar por teléfono para realizar una auditoría por voluntad propia: demasiada complejidad).
El Contable
Nivel de adaptación: Incorrecto
Básicamente, se utilizó la terminología de autismo (y Asperger) en esta película para justificar las altas capacidades del personaje de Ben Afflect (y su expresión de mirada perdida) obviando muchísimas otras características del TEA que no lo convertirían precisamente en un supersoldado. El personaje de Afflect se comporta sencillamente como alguien con nulo interés social y es desde luego un cerebrito con los números y, aunque eso podría ser alertador sobre un caso de TEA, es bastante improbable que una persona así aprenda a manejar armas, a luchar para sobrevivir y sobre todo pasar desapercibido al ser consciente de que lo pueden buscar. La película podría ser igual sin la necesidad de decir que sufre TEA para justificar sus rasgos más sobresalientes ya que no es exclusivo de las personas con autismo.
The Predator
Nivel de adaptación: Altamente incorrecto
Si bien el autismo no es el tema principal de la película de Shane Blake, el personaje de Rory, el hijo del protagonista, es presentado como un chico con autismo (presentado además por su hipersensibilidad a ruidos altos, algo correcto) pero que después se comporta de manera totalmente opuesta a como lo haría una persona con TEA. Por ejemplo, siendo capaz de mentirle a su madre ocultando lo que está haciendo o usando un arma predator en venganza contra los chicos que abusan de él en el colegio (el concepto de venganza sería totalmente incomprensible), aunque sea meramente para asustarlos (asustar denota una intencionalidad a la que una persona con autismo es incapaz de llegar). Y si finalmente llegamos al punto de la película en el que se hace referencia a que son estas personas y no los humanos los más evolucionados… Podemos agradecer el detalle pero no salva en absoluto la papeleta (y tampoco en la película es que tenga mucho sentido). Es curioso y triste a la vez ver que en pleno 2018, con toda la investigación que ha habido y todos los avances descubiertos, algunos guionistas/directores no se preocupan por reflejar correctamente este trastorno aun sabiendo que serán millones de personas las que verán sus películas.
Esperamos que el artículo haya sido de su agrado y que ahora tengan algo más claro como sí y como no se debe representar el TEA en el medio cinematográfico. Por supuesto hay muchas más películas y series que tratan esta temática y, Dios mediante, las podremos analizar también en el futuro.