Un grupo de jóvenes turistas americanos se ven envueltos en ‘La hora más oscura’ tras la invasión alienígena en la veterana ciudad de Moscú.
Tras un incidente eléctrico en el vuelo a Moscú, dos jóvenes aterrizan en la ciudad con la intención de hacer negocios. Allí conocen a un par de chicas que han tenido que anular le vuelo a Nepal debido al misterioso incidente eléctrico. Finalmente, la gran ciudad de Moscú se queda en tinieblas en‘La hora más oscura’. Unas enormes bolas de luz se posan sobre la ciudad tan lenta y suavemente como copos de nieve. La belleza del momento deja paso al horror cuando desintegran a todo ser vivo que se interpone en su camino.
Es de agradecer que a día de hoy todavía se apueste por la ciencia ficción, por las invasiones extraterrestres, los cuentos posapocalípticos y se haya puesto de moda (al fin) sin dejarlo única y exclusivamente para la serie B, el género zombi.
Años y años de pistas se llevan dando a la gente que tiene la opción de producir, escribir y dirigir este tipo de historias. Gente como los productoresTomb Jacobson yTimur Bekmambetov, el productor ejecutivoMonnie Wills, el guionistaJon Spaihts y el director Chris Gorak. Gracias a ellos (y no los que se suben ahora al carro de la nueva moda), podemos disfrutar de una variedad de cine que entretiene, gusta, e invita a imaginar realidades poco probables pero nunca imposibles.
¿Qué tienen en común todos ellos? A parte de que lógicamente están en el equipo de “La hora más oscura”, todos y cada uno de ellos han tenido que ver con alguna de las grandes películas de este género. Películas como ‘El club de la lucha’,’Blade: Trinity’, ‘Independence Day’ , ‘Exploradores’, ‘Misión a Marte’, ‘Guardianes de la noche’, ‘The Wanted’... e incluso la todavía por llegar precuela de ‘Alien’, ‘Alien – Prometheus’, la cual, un seguidor de estos bichos desde que tenía 6 años, no se perderá (corría el año 1987 cuando se podían reproducir películas en el canal comunitario de la urbanización sin que el gremio de ladrones se asociase para impedirlo. Y la comunidad de vecinos donde vivía lo mismo contra programaba a las 6 de la tarde ‘La guerra de las galaxias’ que ‘Alien’ para vencer al malvado erizo gigante, alias Espinete, líder en audiencia en horario infantil. Otros tiempos, sin duda.)
Ellos nos han querido contar con la película de ‘La hora más oscura’una historia de aventura donde un grupo de jóvenes trata de sobrevivir a una invasión alienígena rápida e inesperada donde unas misteriosas bolas de energía convierten en ceniza a todo ser vivo que entra en contacto con su radio de acción. Todo precedido de la anulación total de la energía eléctrica de la poderosa ciudad de Moscú.
Los chicos, interpretados por Emile Hirsch (‘Hacia rutas salvajes’), Olivia Thirlby (‘Sin compromiso’), Max Minghella (‘La red social’), Rachael Taylor (‘Transformers’) y Joel Kinnam (‘Millenium: Los hombres que no amaban a las mujeres’ USA) son los que tienen que enfrentarse a estas desconocidas amenazas, que además de ser aparentemente indestructibles, también son totalmente invisibles a plena luz del día y sólo se pueden reconocer por los ténues destellos que emiten en la oscuridad de la noche o cuando se acercan a objetos eléctricos tales como bombillas, que son activadas inintencionadamente por los extraterrestres al estar estos constuídos por energía.
Durante esta aventura hará la aparición un científico un tanto tocado de la cabeza que, a parte de cantarle a su gato, parece que sabe la forma de sobrevivir a la amenaza y está investigando la forma de poder dañar a tan poderosos enemigos. También se encontrarán con lo que queda de la resistencia humana en Moscú, un grupo de paramilitares fuertemente armados que saben plantarle cara a los aliens y aunque no pueden destruirlos, saben como mantenerlos a raya.
¿A quién le gustará la película?
Primero diré a quién no le gustará.
-A los críticos de cine al uso, que bueno, me imagino que a estas alturas ya lo habrán dejado claro.
-A los que están llenos de prejuicios y se fijan en cosas como que la protagonista rubia de la película no se despeina en ningún momento (¿Hola? ¡Por favor! ¡Estamos siendo invadidos por bolas de energía extraterrestre que desintegra en partículas a los seres humanos! ¿Quién tiene tiempo para mirar peinados?)
-A los que no les guste los videojuegos, ni el rol, ni la ficción.
En cambio, si te gustan las películas de zombies, alguna vez has jugado a un juego de rol con tus amigos, te gusta el género de ciencia ficción, las películas posapocalípticas, Mad Max, has jugado al Fall out (en cualquiera de sus versiónes, desde la primera parte hasta las versiones de última generación), no eres un crítico de cine, no te gustó “El árbol de la vida”… y lo más importante si todavía conservas el espíritu aventurero del niño/a de 8 años que un día fuiste, te lo pasarás muy bien.
Sé que puede resultar un poco chocante visualizar las armaduras de los soldados (cotas de maya hechas con llaves) o las armas para atacar a los alinígenas (arma de rayos microondas con forma de batidora), pero para ver esta película hay que tener cierto tipo de cultura. Una cultura que bebe de improvisados mundos donde la moneda de cambio son chapas de botella, se bebe ‘nuke-cola’ y la última frontera es ‘la cúpula del trueno’.
Y sí, es cierto que los protagonistas dicen cosas obvias como “¡Está anocheciendo!” o “¿Qué está pasando?”, cosas que son tan evidentes como que el espectador las está viendo en el momento y parecen comentadas. Pero, ¿tú que harías si tu ciudad fuese invadida por extraterrestres?
Conclusión
Me gusta la variedad. Me gusta que haya diferentes culturas y diferentes historias. Me gusta que el terror cambie de forma, que venga de lejanos mundos, de otras galaxias, de otra dimensión, desde dentro de nosotros mismos, de casa del vecino. Que sea una informidad abominable o invisible, grande o pequeño, bello u horrible. Me gusta ser sorprendido y que haya gente dispuesta a contarme nuevas formas de terror y a proponerme cosas distintas. A estas alturas todo el mundo sabe como matar un zombi, un vampiro o exorcizar a un fantasma o incluso al demonio mismo.
Esto es una cosa totalmente distinta, aunque básicamente sea lo mismo, y se agradece.
¿Por qué nadie se ríe cuando un hombre con cara de aspiradora dice que no se puede comparar la capacidad de destrucción de una estación espacial que explota planetas con una tal ‘fuerza’? Por la cultura. Viva la cultura (sea en el ámbito que sea) y la diversidad de gustos.