Llega a las salas de cine la nueva propuesta de Fernando Colomo, Antes de la quema. Hablamos con el director de su concepto de comedia, del trabajo que realiza con los actores y de su intenso trabajo cinematográfico.
Antes de la quema: Entrevista a Fernando Colomo
Nunca había escuchado tantas buenas palabras de parte de los actores alabando el trabajo de un director…
Les tengo comprados (risas). Principalmente les he dado libertad, eso es lo que más agradece un actor. En mis experiencias como actor aprendí que lo peor que puedes hacer con un actor es amarrarle mucho, sobre todo técnicamente. Para mi el cine es un trabajo en colaboración; es verdad que la figura del director es la más importante normalmente en un rodaje y que tiene que imponer su criterio, pero yo lo que intento es buscar es ellos aporten, que sumen a la película. ¡Que trabajen! (risas). Es que la idea esta de que el actor se aprenda sus frases y luego las suelte es muy sosa y aburrida. Normalmente esto no funciona, salvo con actores muy preparados y aún así a mí no me gusta el resultado. En mis proyectos busco verdad, que de la sensación de que has rodado con cámara oculta. Y eso el actor lo agradece, no son muñequitos… una amiga mía de dirección decía cuando teníamos todo listo en el set: ¡traer a los muñequitos! (risas). A mí me gusta mucho coordinar el caos, porque sabes que de ese momento puede surgir algo muy bonito.
¿Tú concepto de la comedia parte de “la verdad”?
Sí, totalmente. De hecho yo he llegado a la comedia sin quererlo. Tal es así que una anécdota que siempre cuento es que en mi primera película, Tigres de papel (1977), cuando la presentamos en el Festival de San Sebastián la gente se reía, y Carmen Maura, que era la protagonista, y yo estábamos en el patio de butacas y ella me preguntaba preocupada ¿por qué se ríen? Y yo le dije: ¡Vamos a decir que es una comedia! No éramos conscientes de que aquello era una comedia; bueno, yo sigo sin ver que es una comedia con el paso de los años pero bueno… (risas) El público la quiso denominar como el exponente de la “comedia madrileña”; pues nada, comedia.
Los diálogos son el motor de esta película y funcionan como un reloj…
El guionista, Javier Jauregui, tenía ya de partida unos diálogos muy buenos y además tenía dibujados unos personajes muy bonitos, pero lo que hemos hecho es perfilar ese guion muchísimo más.
Pero muchísimo más. Por lo que tengo entendido habéis trabajo juntos en este guion muchas horas…
Sí, muchísimas. ¡Hemos llegado a hacer veinticinco versiones! Y seguía habiendo versiones durante el rodaje, pero como ya estábamos rodando no nos daba tiempo de escribirlas y darles forma. Pero vamos, que la número veinticinco te puedo decir que se terminó el día antes del rodaje. Es más cuando llegue al rodaje, te puedo decir que la veinticinco yo no la tenía (risas).
Los actores me han contado que te quieren convencer para que hagas la segunda parte de Antes de la quema. ¿Hayposibilidades?
Yo les digo que ya puestos hacemos la trilogía que sería: Antes de la quema; La quema; y Después de la quema (risas).
Pero seguro que ya estás pendiente de otro proyecto. ¡No paras de rodar!
Sí claro. Es que tienes que trabajar; pero lo mismo que el camarero o el mecánico. Si el problema es que los directores nos pasamos años esperando un proyecto; tardan más los ejecutivos en leer el guion que tú en escribirlos. El mundo del cine lleva una parafernalia que hace que todo se retrase muchísimo. Por lo que yo termino un rodaje y ya tengo que estar pensado en el siguiente; y sobre todo pensando en escribir. Si me llegaran más guiones que merecieran la pena yo estaría encantando de llevarlos al cine, pero normalmente los tienes que generar tú. Siempre es bueno que, aunque no los escribas tú, los asimiles y los hagas tuyos; que es lo mismo que luego los actores tienen que hacer con sus personajes. En los pocos casos que me ha pasado, que te puedo decir que es este proyecto y en alguna serie de televisión, siempre me he sentado con el guionista para hacerme mi esquema y darle mi “toque”. Para mí si hay algo importante en un guion es la continuidad; que encaje todo tanto en las tramas y los actos correspondientes como en la continuidad de una escena en la siguiente. Con esto hay que tener cuidado porque realmente la forma de escribir el guion está destinada a producción.