Santiago Segura deja aparcada la saga Torrente y dirige “Sin rodeos”. Una comedia ligera protagonizada por Maribel Verdú que asegura buen rollo y carcajadas. ¿Se le puede pedir más a un plan para el fin de semana?
Sinopsis de la película “Sin rodeos”
“¡Suéltalo! ¡Suéltalo! No lo puedo ya retener…”La letra de esta canción de Frozen resume a la perfección lo que le sucede a la protagonista de la película Sin rodeos, Paz. Una mujer que vive conteniéndose de decir lo que piensa y aguantando carros y carretas para no hacer daño a las personas que tiene a su alrededor. Una amiga que no la escucha y que sólo le interesa ella misma (Cristina Castaño) ; un jefe incompetente y déspota (David Guapo); una recién llegada compañera de trabajo -o quizá jefa- superficial y niñata (Cristina Pedroche); un marido que se cree divo y no ayuda en nada del hogar (Rafael Spregelburd); un ex novio con un comportamiento en plan El perro del hortelano(Diego Martín); una hermana que no la escucha y que quiere más a su gato que a ella (Toni Acosta)… lo raro es que con toda esta fauna que la rodea a diario no se haya vuelto loca ya y los haya mandado a todos a la mismísima porra -por ser bastante fina- mucho antes. Pero claro el nivel de autocontención tiene un límite, y en el caso de Paz (Maribel Verdú) está apunto de costarle la salud ya que vive siempre en un continuo ataque de estrés y ansiedad. Pero ¿qué pasaría si un día se liberase y empezara a soltar por la boca todo lo que piensa de la gente? Esta es la divertida premisa en que se basa la nueva comedia empoderada -así la denomina su propio director- de Santiago Segura.
Crítica de la película “Sin rodeos”
Santiago Segura reversiona a lo “made in Spain” una película de sello chileno del director Nicolás López, por lo que pese a no poder alabar la originalidad del proyecto que dirige, sí hay que reconocer que los gags y personajes que adapta funcionan a la perfección o incluso mejor que en la original. En la actualidad Segura es uno de los maestros nacionales del complicado arte del humor -no hay ya ni que decirlo-, y ese toque tan característico suyo lo imprime en la cinta que ahora nos presenta. Eso sí, un humor bastante más comedido, menos bestia y soez que lo que nos tenía acostumbrados en la saga Torrente. En esta ocasión tiene en sus manos una comedia ligera con una mujer como absoluta protagonista de la cinta; una historia que mediante lo cómico logra reivindicar el sitio de la mujer en la sociedad actual.
Su protagonista sufre un proceso de transformación absolutamente radical. Una mujer resignada a que todos, absolutamente todos los que tiene a su alrededor, la pasen por encima sin importarle su opinión ni sus sentimientos, hasta que un día decide dar un puñetazo en la mesa y revelarse frente a todos y ante todo. De una pobrecilla de la que todo el mundo se aprovecha de una u otra manera, a una mujer fuerte y luchadora que no se detiene ante nada ni ante nadie. Un ejemplo de superación personal con el que todos los que entren a la sala se van a identificar en uno u otro momento, ya sea hombre o mujer. La película plantea situaciones de lo más universales llevadas, claro está, hasta el extremo y consiguiendo así una empatía casi instantánea con el personaje de Paz, interpretado brillantemente por Maribel Verdú.
Maribel Verdú en “Sin rodeos”
La Verdú lo vuelve a bordar y nos conquista tanto en un lado como en el extremo más opuesto de su personaje, por algo es una de las grandes actrices de nuestro cine. Empatizaremos con Paz en su modo contenido, y estaremos deseando que llegue su momento desmelene… en ambos lados la actriz conseguirá arrancarnos una sonrisa además de lograr algo más difícil, que todos nos sintamos identificados con su personaje. Por otro lado no puedo más que destacar la aparición estelar de otra grande: Candela Peña (ya tiene mi voto para los Premios Feroz del 2019 a Mejor Actriz Secundaria); a la actriz le bastarán tres secuencias para llevarse al espectador de calle. Seguramente juntas nos regalarán la escena más divertida de la película.
Opinión de “Sin rodeos”
Con Sin rodeos no cabe duda que pasarás un buen rato, disfrutarás de la maravillosa actuación de una actriz de primera como Maribel Verdú y saldrás del cine canturreando gracias a sus créditos finales (no desvelo nada más). Entretenida y divertida a partes iguales supone una buena manera de empezar el planazo del fin de semana.
Eso sí, hay una cosa que no puedo dejar pasar, y que claramente enturbia el resultado final de la película -lo siento Santiago-, y es el uso a modo de cameo -o incluso personajes de mayor relevancia- de influencers y youtubers (Aby Power…), que aunque sin duda servirán para aumentar la promoción de la película sin costes añadidos, su aparición no tiene lugar ni sentido en una película que los critica abiertamente. Mi mensaje reivindicativo final es: Más Candelas Peñas y menos Cristinas Pedroches.