Tras la exitosa ‘Sinister’ era de esperar que tarde o temprano apareciera una secuela que explotara la historia principal. ‘Sinister 2’ propone sustos poco efectivos y una historia tremendamente aburrida.
Sinopsis de la película ‘Sinister 2’
Una madre, Courtney (Shannyn Sossamon), huye de su marido, Clint (Lea Coco), con sus dos hijos y acaba mudándose a una casa alejada de su vida anterior. Uno de los hijos empezará a recibir la visita de varios niños que fueron poseídos por Mr. Boggie y que le mostrarán películas de cómo acabaron con su familia, con el objetivo de animarle a que haga lo mismo.
Crítica de la película ‘Sinister 2’
Sinister 2 nace como secuela innecesaria de una película que funcionó bien en el pasado y que perteneciendo al género del terror irremediablemente iba a ser explotada con subproductos pensados en hacer dinero por encima de la calidad. Esta nueva entrega de la saga no apuesta ni por una historia novedosa ni por un reparto potente.
El guion en el que participa Scott Derrickson, responsable de la primera entrega de la saga, deja de lado la historia precedente, y la única conexión que se establece es la del antagonista y las películas que graban los niños. Se amplia, por tanto, la historia de Mr. Boggie, el cual tampoco cobra demasiado protagonismo en el film, usándolo como catalizador de algunos de los escasos intentos de asustar que tiene la trama.
El director Ciaran Foy cumple en su cometido si tenemos en mente la película que nos ocupa, es decir, una secuela prescindible de una cinta que tampoco era el punto de inflexión del género. El irlandés levanta como puede un guion tedioso, repetitivo y carente de interés casi durante todo el metraje. Su tratamiento del terror se circunscribe a la creación de un suspense demasiado explícito, que provoca que los sobresaltos que intenta incitar el film no sean efectivos, al ser más que evidente donde se van a producir; y como viene siendo habitual, el elevado volumen de los efectos de sonido es el recurso que mejor funciona para generar sustos que debían venir implícitos en la imagen. Por tanto, ‘Sinister 2’ cumple el estereotipo del terror actual más comercial: dejar de lado el miedo psicológico y centrarse en los sustos efectistas, como si de una atracción de feria se tratase. El remate final de la historia es totalmente vergonzoso, recordando a los videos donde no pasa nada en pantalla hasta que aparece un primer plano del monstruo en cuestión. Si alguien se asusta con esto que se lo haga mirar.
El reparto convence pero tampoco brilla en ningún momento, siendo los niños lo más interesante del conjunto. El hecho de no haber contado con ninguna cara conocida juega muy en contra y evidencia una vez más la pereza con la que se ha realizado esta secuela. La fotografía guarda ciertas similitudes con la entrega precedente, lo que se agradece al crear algo de unidad entre los dos episodios, que funcionan de manera independiente, siendo posible ver esta secuela sin haber visto la original.
‘Sinister 2’ es innecesaria, previsible y aburrida por momentos, nada nuevo bajo el Sol para su productora Blumhouse, responsable de la saga ‘Paranormal activity’. Tan solo los adolescentes con poca experiencia en el género del terror podrán salir satisfechos de la sala. El resto ya ha visto la película antes de entrar.