Crítica de Las Leyes de la Frontera, la película fue presentada en la 69ª edición del Festival de San Sebastián, estrenada en cines el 8 de octubre y ahora aterriza el 19 de noviembre de 2021 en Netflix. A pesar de su masiva acogida, la película no convencerá a todo tipo de público. No hablamos en términos de calificación por edades (que también), más bien a las opciones que tienen los espectadores de conectar con este sueño adolescente. Si te identificas con su protagonista te será fácil entrar en la trama. Por el contrario, si sus anhelos te son ajenos la experiencia será menos inmersiva de lo que pretende.
Sinopsis
Girona, verano de 1978. Ignacio (Marcos Ruiz) es un adolescente tímido que no tiene demasiados amigos y sufre acoso. Hasta que un día su vida se cruza con la de ‘el Zarco’ (Chechu Salgado) y ‘la Tere’ (Begoña Vargas), dos jóvenes delincuentes que le introducirán en el mundo de los atracos, los robos y las fiestas ilegales. A Ignacio empezarán a llamarle ‘El gafitas’ y bajo este apodo dejará de ser un niño para traspasar la línea de la inocencia.
Crítica de la película Las leyes de la frontera
La nueva película de Daniel Monzón, con guion de Jorge Guerricaechevarría, adapta una novela de Javier Cercas. Con Las leyes de la frontera estamos ante un thriller adolescente que materializa una fantasía propia de esos años en los que crees que todo puede sucederte y a la vez que eres invencible.
De qué va la película Las leyes de la frontera
Ignacio (Marcos Ruiz) es un joven de diecisiete años que vive en Girona en los setenta, algo retraído y marginado se pasa las horas en los recreativos de su barrio. Allí conoce a ‘el Zarco’ (Chechu Salgado) y a ‘la Tere’ (Begoña Vargas), dos jóvenes que le propondrán unirse a su particular banda de quinquis. Entre billares, atracos a punta de pistola y televisiones de tubo con noticias de la transición, Ignacio vivirá un verano inolvidable. Ese en el que descubrirá lo que se esconde más allá de lo prohibido, en los barrios de mala fama y junto a las peores compañías.
El sueño adolescente
La historia que cuenta la película Las Leyes de la Frontera está impregnada del romanticismo propio de un sueño adolescente. Una fantasía que se va de las manos hasta que las leyes del mundo real se imponen a la impunidad de la juventud. Los robos y los coqueteos con otras actividades fraudulentas están contados desde una perspectiva ingenua y despreocupada. Desde esa (falsa) tranquilidad que te da creer que “nunca te pasará nada”.
Dicha despreocupación le resta profundidad a unos personajes que viven la vida como si sus actos no tuviesen consecuencias, como si su juventud fuese infinita. Tanto que la gravedad de los problemas parece estar invertida. Y a los personajes les angustia más un amor no correspondido que la posibilidad de perder la vida en un tiroteo. A la vez también es cierto que esta despreocupación le añade nostalgia e inocencia a una historia que, paradójicamente, nos habla de la pérdida de la misma.
La pérdida de la inocencia
Sin hacer spoilers, la propia película Las Leyes de la Frontera acaba explotando la burbuja de esa “fantasía adolescente” que se esfuerza en construir. Y hacia el final de la cinta la historia se vuelve más madura, cruda y (para mí) más fácil de conectar con ella. Una conversación alrededor de una mesa entre dos personajes secundarios saca a relucir el duro mensaje que la película quiere transmitir. Lo malo es que para entonces quedan apenas veinte minutos de metraje para desarrollarlo. Se trata de una de las escenas más sobrecogedoras de la película. Más que todos los atracos y persecuciones protagonizados por los principales protagonistas de la cinta. Y es que las escenas de acción funcionan bien dentro del marco de cine de aventuras pero les falta algo de verdad. Aunque se agradece la decisión de españolizar este western a ritmo de rumba, cajón y palmas.
La película Las leyes de las frontera trasmite una sensación impostada. Esto se debe a que dedica la mayor parte de su tiempo a celebrar unos anhelos y fantasías juveniles que no fueron los de nuestra generación, y que quedan anclados en unas dinámicas arcaicas que ya han sido de sobra representadas (como la del chico marginado que reclama su valor uniéndose al grupo de “los malotes” y consiguiendo a la chica).
Pero más allá de dar rienda suelta a una fantasía, más o menos acertada, la película Las leyes de las frontera pretende hacer más cosas. Amenizada por los éxitos musicales de los setenta, la película habla de la línea divisoria entre clases y personas. La distancia insalvable que hay entre los que son “normales” y lo que no tienen la opción de serlo. En definitiva, entre aquellos que nacen dentro del sistema y difícilmente serán expulsados y entre los que nacen fuera y nunca serán aceptados.
Opinión final de la película Las leyes de la frontera
Como conclusión final a esta crítica decir que las piezas por separado funcionan en la película Las Leyes de la Frontera. La nostalgia de los setenta, el romanticismo de la juventud y los arrepentimientos de la edad adulta. Pero hay algo en el conjunto que no acaba de encajar. Cierto desajuste entre idealismo y realismo que impide que la película provoque el impacto emocional que tanto busca.
Estreno y Ficha técnica
Título original: Las leyes de la frontera
Género: Acción, Aventuras
Sitio Oficial: Las leyes de la frontera
País: España
Idioma: Español
Fecha de estreno en España: 8 de octubre de 2021 en cines y 22 de noviembre de 2021 en Netflix
Productora: Atresmedia Cine,Ikiru Films,La Terraza Films
Distribuidora: Warner Bros. España
Duración: 129 min.
Año: 2021
Calificación por edades: No recomendada para menores de 16 años
Ficha Artística
Dirección: Daniel Monzón
Guion: Jorge Guerricaechevarría,Daniel Monzón.Novela:Javier Cercas
Música: Derby Motoreta’s Burrito Kachimba
Fotografía: Carles Gusi
Reparto: Marcos Ruiz,Begoña Vargas,Chechu Salgado,Carlos Oviedo,Daniel Ibañez,Guillermo Lasheras,Santiago Molero,Ainhoa Santamaría,Xavier Martín,Pep Tosar,Xavi Sáez,Jorge Aparicio,Cintia García