Russell Crowe se embarca en la dirección sin dejar pasar la oportunidad de protagonizar “El maestro del agua”, una película dramática conformada por varios temas como el amor, la aventura, la fraternidad, el patriotismo…
El maestro del agua: Crítica
El maestro del agua puede despertar sentimientos encontrados. Nada más empezar el guion se descubre como dramático, muy dramático, tanto, que resulta difícil encajar el estoicismo con el que el protagonista Connor, Russell Crowe, se toma el devenir de los acontecimientos. Una tras otra, el australiano, irá encajando una serie de desgracias con su conocida cara de póker mientras deja entrever la emoción por medio de sus también conocidas miradas. Cuando la cosa no puede pintar peor, Russell se pone en marcha en busca de sus hijos desaparecidos, muertos con toda probabilidad, en la sangrienta batalla de Galípoli, Grecia, en el transcurso de la I Guerra Mundial. De ahí en adelante, uno debe atenerse a las palabras del director pues él mismo espera que el espectador tenga un viaje emocional mientras descubre las aventuras, por nombrarlo de alguna manera, de un incansable padre que decide redimirse buscando los restos de sus hijos.
¿Pero esto son aventuras? Se preguntará más de uno. En cierto modo sí. Vista la obra desde este prisma, es indudable que el protagonista tiene un recorrido innegablemente aventurero. Los acontecimientos de partida que son terriblemente dramáticos junto con algunas de las escenas bélicas de terrible realismo, contrastan sobremanera cuando en ciertos momentos el romanticismo cursi, que casi roza los superfluo, entra en pantalla acompañando a la estela de la bellísima Olga Kurylenko, una joven viuda Ayshe que oculta su estado para evitar contraer matrimonio.
La actriz de origen Ukraniano y francesa de adopción, logra interesar más que por lo evidente de su belleza, usada como reclamo de variopintas producciones (Hitman, Oblivion, Vampire Academy, 007: Quantum of Solace…) por el feminismo heroico, la sutileza en el uso de la palabra y lo contenido de su interpretación. La parisina, que confiesa que no tiene intención ninguna de dirigir, se encuentra a gusto con la escritura y puede que en algún momento aparezca un guion con su firma: “Me gusta escribir sobre temas que a mí me parecen interesantes en vez de esperar a que me llamen”.
El guion de “El maestro del agua” a penas deja un tema sin tocar. De todo lo tratado ofrece un punto de vista. Patriotismo, religión, amor paterno-filial, fraternidad, machismo, amor materno-filial, independentismo, nacionalismo, romanticismo, esperanza… casi en cada escena se puede encontrar un tema tratado por la película y cada cual es representado con distinto trazo. Esto hace que la película no logre definir su tono y de lugar a una sensación de impersonalidad.
Llena de altibajos con un trasfondo muy interesante, el de la batalla de Guilípoli donde se dice que Australia demostró su sentimiento nacionalista, los acontecimientos se encadenan sin que llegue a formarse una estructura consistente. El guion avanza en la búsqueda de los hijos desaparecidos pero la forma cambia con cada escena. Técnicamente impecable, es probable que el veterano actor no haya encontrado una firma personal que imprimir en su película. Nadie nace sabiendo y es difícil hacerlo bien en un primer trabajo.
En general se pude decir que“El maestro del agua” cuenta con un generoso trabajo actoral por parte de todo el reparto (ojo a los matices y registros de los actores que dan vida a los turcos), obra empática del actor-director; una arriesgada y, por contradictoria que pueda parecer esta afirmación, personal entrega del director (pocas veces se ven puntos de vista y giros tan radicales dentro de una producción de estas características); una calidad técnica que, unida a las ganas de hacernos vivir una aventura emocional, cumple con creces su cometido… siempre que no se exija más de lo uno o de lo otro; y un compromiso enorme hacia los sentimientos que provocan cada uno de los puntos de vistas expuestos.
Espero con ganas que en la segunda incursión en la dirección de este prometedor cineasta se decida por profundizar en alguno de esos temas tratados en “El maestro del agua”.
El maestro del agua: Entrevista a Olga Kurylenko
El maestro del agua: Entrevista a Russell Crowe
El maestro del agua: Sinopsis
Connor (Russell Crowe), zahorí en las difíciles tierras australianas, usa su destreza y conocimientos para sacar adelante una granja. Sus hijos Art (Ryan Corr), Edward (James Fraser) y Henry (Ben O’Toole), idealistas ávidos de aventuras, se alistan voluntariamente para combatir en la primera guerra mundial a favor del jovenmente independiente pías Australia. Quiera la suerte enviarlos a Turquía, a uno de los desembarcos más cruentos de la historia.
Connor, que pesa sobre su conciencia la desaparición de los tres hijos, parte en su búsqueda sin ningún tipo de información o pista del lugar en el que puedan estar los restos de sus hijos. Galípoli es una gran tumba formada por los caídos de los contendientes de ambos bandos y la zona es considerada de alto riesgo debido al aumento de la tensión dentro del imperio Otomano que se encuentra al borde de la disgregación. En su viaje, Connor conocerá a Ayshe (Olga Kurylenko) la joven regente del hotel en el que se hospedará.