Con “Vengadores: la era de Ultrón” regresan los héroes más poderosos de La Tierra y lo hacen en una entrega más oscura y espectacular que su predecesora, presentando un universo cinematográfico marvelita más expandido que nunca.
Crítica de Vengadores: la era de Ultrón
Joss Whedon, el aclamado director al servicio del fandom, tenía la difícil tarea de superarse tras la casi redonda “Los Vengadores”, y lo consigue en esta Vengadores: la era de Ultrón abrazando el mantra “renovarse o morir”, con un guion mucho más maduro que enfrenta a los protagonistas a sus propios temores, creando un relato oscuro y siniestro que no deja de lado sus señas de identidad -similares a las de toda la compañía- el humor y entretenimiento por encima de todo.
El director decide darlo todo de sí en su última colaboración con el mundo superheroico, con una primera secuencia de apertura que quita el hipo, volviendo a hacer uso del plano secuencia para mostrarnos a todos los personajes en acción, haciendo gala de sus habilidades. Puras viñetas de cómic a 24 páginas por segundo. A la mejora en la puesta de escena hay que añadir el cambio de formato y una fotografía mucho más trabajada, dotando a la cinta de un tono mucho más cinematográfico que en la primera entrega .
Puras viñetas de cómic a 24 páginas por segundo.
Para esta segunda parte, el reparto ha crecido tanto en villanos como en vengadores, pudiendo llegar a hacernos dudar sobre el protagonismo de tantos personajes, algo de lo que sale airoso Whedon con un equilibrio muy inteligente, dando protagonismo a los personajes que carecen de franquicia propia, y dejando al resto en un plano puramente funcional, ya que su desarrollo se deja para las entregas en solitario. Así, el mejor parado es Ojo de Halcón, que se convierte en el personaje más interesante y con más profundidad, aprovechando al gran intérprete que es Jeremy Renner, junto a Scarlett Johansson y Mark Ruffalo. Los nuevos personajes tienes minutos suficientes, con una Bruja Escarlata sobresaliente, que puede dar mucho juego en el futuro, en cambio su hermano no pasa de aceptable. Por desgracia, el más desaprovechado en este caso es la Visión, que tiene poco tiempo en pantalla, esperándose más protagonismo en las próximas entregas. La guinda del pastel se la lleva el gran villano de la función, Ultrón; el resto casi son testimoniales o puros cameos. Lo que ha hecho James Spader con el robot más famoso de Marvel es digno de admiración. La modulación de su voz es perfecta, dotando de gran personalidad al amasijo metálico que en más de una ocasión resulta terrorífico, glorificando a uno de los enemigos clave de los Vengadores, y que gracias a él, percibimos la película como un número más de la serie de grapa del grupo de superhéroes. Pero no solo de protagonistas vive la cinta, ya que los cameos y apariciones de viejos conocidos se suceden durante todo el metraje, haciendo las delicias de los fans, y constatando que el Universo Marvel en el cine está más que consolidado y presume ampliamente de ello.
Ojo de Halcón se convierte en el personaje más interesante y con más profundidad, aprovechando al gran intérprete que es Jeremy Renner.
Más allá de los intérpretes, la notable mejora en guion y dirección y la confianza en sí misma, “Vengadores: la era de Ultrón” muestra todo su potencial con unos geniales efectos visuales donde destacan Ultrón y la Visión por novedosos y bien ejecutados. Aprobado con notable para la banda sonora compuesta por Danny Elfman, que toma el relevo de Alan Silvestri, retomando el tema principal del grupo y haciendo citas a los temas de cada héroe individual, cohesionando la música por primera vez en una película de Marvel, algo que se echaba en falta y que parece que se empieza a tener en cuenta.
“Vengadores: la era de Ultrón” junto con “Capitán América: el soldado de invierno” son las películas más redondas de la compañía comiquera. Evoluciona sin renunciar a sus virtudes y siembra las bases para los futuros acontecimientos de su universo. Su final huele a despedida y cambio de rumbo, sin embargo la siembra ya está realizada y el resultado se prevé interesante. En 2008, se inició el camino para algo que parecía muy grande e inalcanzable, y hoy siete años después, han demostrado que su genialidad es innegable y digna de celebrar.