Cargada de premios y nominaciones nos llega “La canción del mar”, una de las películas de animación más reconocidas del pasado año. Cine para niños y adultos con una estética sobresaliente.
Sinopsis de “La canción del mar”
Ben y Saorise viven junto a su padre en una isla donde cuidan del faro. El pequeño, entre los celos y la curiosidad, descubre que su hermana es una selkie, un hada del mar que con su canción puede liberar a sus congéneres mágicos del hechizo de la Bruja de los búhos.
Crítica de “La canción del mar”
Si con “El secreto del libro de Kells” Tomm Moore presentaba sus credenciales en el mundo de la animación, con La canción del mar se consagra como uno de los creadores más importantes dentro de Europa. La elección de apostar por técnicas tradicionales cautiva a todo aquel con un mínimo de sensibilidad artística, más allá de su argumento, el cual, también convence a niños y mayores.
Acercarse a esta cinta evoca a abrir aquellos libros que nos hicieron soñar cuando éramos niños, y dedicábamos tanto tiempo a leer una página como a contemplar la ilustración adjunta. El diseño de personajes y los fondos nos remiten a esas estampas de línea clara y vertientes artísticas referenciadas como pudieran ser la United Productions of America o el más moderno y respetado Genndy Tartakovsky, alejándose de planteamientos fotorrealistas que han convertido la animación tradicional en una suerte de rareza.
Por encima de todo ello, las imágenes nos remiten en un primer momento al Miyazaki de “Mi vecino Totoro” o “Ponyo y el acantilado”. Y es que Tomm Moore se posiciona como un más que digno sucesor del mago japonés, y al igual que este, en el argumento opta por presentarnos una fantasía vista desde los ojos de un par de niños, y los adultos que se muestran ajenos al tema. Siendo interesante para todos los públicos y provocando la reflexión de los más mayores que se cautivan con las imágenes tanto como los niños pero encontrando algo más detrás.
El mundo mágico de las hadas del mar, las llamadas selkies, proviene de las leyendas y el folklore irlandés, país de origen de la cinta que se vuelca en mostrarnos sus más ancestrales tradiciones. Apostar por recurrir a mitos y leyendas arraigados en nuestra cultura es digno de admiración, reivindicándolos y dándolos a conocer a las nuevas generaciones con el sano fin de que no se olviden. La música, muy disfrutable, también nos recuerda los sonidos celtas de la tierra de los leprechauns.
“La canción del mar” es un ejercicio estético de altísima calidad, quedándose no solo en la forma, con una historia pensada para todos los públicos que resulta corta y amena, devolviéndonos a los tiempos en los que las criaturas mitológicas tenían presencia en los libros, el cine y en nuestra imaginación. Ver esta película nos recordará todas esas sensaciones.