Llega a los cines españoles la tan esperada cinta turca ‘Winter Sleep’, dirigida por Nuri Bilge Ceylan y ganadora de la Palma de Oro en la última edición del Festival de Cannes. Pocos personajes y escenarios sirven al cineasta turco para crear una espléndida radiografía del alma humana, haciendo hincapié en largas escenas pobladas de inmensos diálogos sobre lo divino y lo humano. Una auténtica maravilla que se podrá degustar en pantalla grande a partir del 10 de Octubre.
Sinopsis de ‘Sueño de Invierno (Winter Sleep)’
Un actor retirado de nombre Aydin (Haluk Bilginer), regenta un hotel en Anatolia. Con él viven su joven esposa Nihal (Melisa Sözen) y su hermana divorciada Necla (Demet Akba). Cuando llega el crudo invierno y comienza a nevar sin descanso, el cálido refugio se convertirá en un lugar sin salida en el que sólo saldrán a flote los resentimientos.
Crítica de ‘Sueño de Invierno (Winter Sleep)’
Todo es vasto y enorme en Winter Sleep (Sueño de invierno): su metraje (nada más y nada menos que tres horas y pico que no se hacen pesadas en ningún momento), los paisajes de la estepa de Anatolia, las grandes escenas (estructuradas a través de largas conversaciones), el inmenso trabajo realizado por sus actores, la impecable realización. Y lo que se recoge de tanta inmensidad es la clara evidencia de haber asistido a una experiencia única e irrepetible. Como si el cine acabara de ser inventado. Como una revelación.
‘Winter sleep’ (Sueño de invierno) pertenece al selecto pero no abundante club de películas que hablan de ese complejo tema al que tanto se han acercado filosófos, escritores, antropólogos, cineastas y poetas: la condición humana. Pero no estamos ante una de esas cintas pedantes y pretenciosas que tan sólo logran conceptos vacíos y pretenden pasar el filtro de obras de arte. Lo primero que sorprende en el film de Nuri Bilge Ceylan es el efecto que consigue desde una naturalidad y sencillez tan pasmosa. La cinta está poblada de largas conversaciones cotidianas, donde se suele repetir un tema común en todas ellas: la conciencia moral. Pero lo curioso es que no pretende hacer un juicio ético a ningún personaje en concreto, sino que más bien realiza una panorámica general en la que se ven inmersos todos y cada uno de ellos, donde nos serán mostradas sus grandezas y sus miserias.
El estilo del cineasta turco Nuri Bilge Ceylan recuerda tanto al cine de Eric Rohmer como al de Ingmar Bergman, sobre todo en la fuerte carga de introspección psicológica. El hecho de enmarcarlos dentro de no muchos decorados adquiere un tono teatral y claustrofóbico por momentos cercano al de Chejov. Precisamente el uso del decorado (tanto interior como exterior) resulta magistral no sólo desde el punto de vista técnico (mención aparte merece la espléndida fotografía de Gökhan Tiryaki) sino metafórico del estado interior de los personajes. En otras palabras, el ambiente sirve para reflejar el alma de cada uno de ellos. El uso de la nieve, por ejemplo, resulta magnífico para reflejar el aislamiento, y con ello la incapacidad de poder escapar del propio aburrimiento, la soledad, la verdad de sus propias vidas y el fracaso. Inevitable la reminiscencia del mítico film de Stanley Kubrick ‘El Resplandor’ (1980), cuya trama también sucede en un hotel aislado por la nieve, salvando las distancias. Aquí los fantasmas no son tangibles, sino que aparecen en forma de condición humana.
‘Winter Sleep’ (Sueño de invierno) es una joya indiscutible, de esas que no con determinada frecuencia pueblan la cartelera. Una sabia conjunción de elementos, tales como el guión, la planificación, la dirección de actores y la fotografía consigue trascender lo cotidiano y permite hacer una radiografía de nuestro propio interior. Los personajes del film no son perfectos, pero los espectadores tampoco somos muy distintos de los personajes con los que hemos compartido 200 minutos de nuestras vidas. Lo que evidencia que Nuri Bilge Ceylan ha sabido utilizar magistralmente el cine para convertirlo en un espejo.
