Curiosa cinta de cine social parido en Bulgaria y dirigida a partes iguales por Kristina Grozeva y Petar Valchanov, encargados también del guion. Dirección sobria que asienta sus credenciales en la interpretación de Margita Gosheva.
Sinopsis: La lección
Nade vive en un pequeño pueblo de Bulgaria junto a su marido y su hija. Una notificación de desahucio le obligará a realizar lo imposible para salvar su casa y a su familia.
Crítica: La lección
A veces el cine social sirve como espejo de la situación que se está viviendo en un país. No sé si es el caso de Bulgaria, pero lo que sí que es cierto es que las circunstancias que vive la protagonista de La lección podrían asemejarse a muchas otras que están sufriendo heroínas anónimas en nuestro país.
Kristina Grozeva y Petar Valchanov nos muestran en su guion una versión feminista de las dificultades vitales que las mujeres encuentran en su día a día, siendo las principales sustentadoras del núcleo familiar, tanto a nivel económico como afectivo, en multitud de ocasiones. Las secuencias en la escuela, donde Nade desarrolla su actividad profesional, sirven como metáfora del proceso de decisiones por el que está pasando; una manera muy inteligente de meternos en los pensamientos del personaje de una forma implícita. Sin embargo, aunque con virtudes en su desarrollo, algunas situaciones provocan la risa involuntaria a causa de las desgracias que sufre la protagonista, estando más maltratada que un personaje escrito por George R.R. Martin.
La lección navega por el thriller, algo que le sienta muy bien a la trama, ya que va ganando en intensidad hasta llegar a un clímax bien trabajado, aunque el desenlace parezca quedarse a media gas y sin solucionar. Pero no solo de seriedad se sirve el relato, ya que en ocasiones se perciben ciertos toques de humor negro que le sientan bien aunque quizá no sean disfrutables por todo el público.
La realización se centra en el uso y abuso de la cámara en mano, llegando a cansar en algunos momentos por inestable e inadecuada en determinadas escenas. A pesar de sus carencias, la cinta mantiene el pulso de manera continua, haciéndonos partícipes y empáticos con la situación de la profesora en peligro de desahucio. Y esa empatía reside casi exclusivamente en la interpretación de Margita Gosheva, contenida y frágil a partes iguales, capaz de llevar el peso de una trama que descansa sobre sus hombros casi exclusivamente.
La lección no es una película perfecta, pero es más que digna, y una forma perfecta de acercarse al poco cine que se hace en los Balcanes, y que con cintas como esta tiene oportunidad de reivindicarse a sí mismo.