‘Belle’ película romántica de época basada en hechos reales, tratará de arrojar un poco de luz sobre uno de los hechos previos que dieron lugar a la abolición de la esclavitud en la Inglaterra del Siglo XVIII. Curiosa e intrigante, la película elude con facilidad tópicos sobre el racismo cinematográfico.
Sinopsis de la película ‘Belle’
Dido Elizabeth Belle (Gugu Mbatha-Raw) es una preciosa niña mestiza hija de un almirante de la Armada Real Inglesa del Siglo XVIII y una mujer africana. A pesar de su condició ilegítima y de tener sangre de esclavos, su padre está dispuesto a darle la vida que se merece al reconocerla como hija y llevarla bajo la protección de su tío en Inglaterra, el famoso magistrado Lord Mansfield (Tom Wilkinson), Presidente de la Corte Suprema y su mujer Lady Mansfield (Emily Watson).
Tener a la pequeña Belle es una gran deshonra para los Mansfield, pero las leyes son las leyes y el magistrado cumplirá el deseo de su sobrino siguiendo la directriz de una ley que ampara la manutención y los derechos de aquellos hijos ilegítimos que sean reconocidos por sus padres. Aun así, la ascendencia esclava de la niña mestiza mellará en las costumbres y derechos propios que le deberían corresponder al formar parte de la alta sociedad inglesa. Belle compartirá juegos y cuidados junto a su prima de misma edad Elisabeth Murray (Sara Gadon), que también vive con sus tíos.
Al llegar a la edad casadera, las diferencias debido al mestizaje de Dido se harán más evidentes ya que aun cuidando los sentimientos de la joven, la familia Mansfield priorizará la búsqueda de marido para la para Elisabeth dejando al margen en la participación de eventos y fiestas a Dido, que es la comidilla del resto de las familias de la aristocracia.
A pesar del deshonroso linaje del que proviene Dido, su renta que por derecho le pertenece y la belleza exótica que posee, serán el atractivo suficiente para que algunos señores menores muestren interés en el cortejo de la joven. Sin embargo, Dido quedará prendada de un apuesto e idealista caballero llamado John Davinier (Sam Reid) que sueña con alcanzar un puesto en la corte para legislar leyes que proporcionen justicia e igualdad entre las personas. Leyes que logren acabar con el comercio de esclavos con el que se enriquece la corona inglesa y que es el mayor de los negocios del siglo.
Crítica de la película ‘Belle’
La película Belle partió de un cuadro creado en 1779 atribuido a Zoffany, retratista de la realeza y la alta sociedad británica. En él aparecen dos bella jóvenes sonrientes que miran directamente al espectador. La imagen parece atrapar el momento en el que una de ellas, una chica de tez morena y pelo oscuro recogido bajo un pañuelo que se asemeja un turbante, avanza un paso para aparecer a la par que la otra, una jovencísima mujer de piel blanca, porcelanosa que sostiene un libro en su mano izquierda y extiende el brazo para tocar con la mano a su amiga con la derecha. Ambas sonríen. Ambas son cómplices de una inusual escena en la que un blanco queda retratado al mismo nivel que un negro, algo impensable incluso en la llegada oficial de la abolición del esclavismo en Inglaterra en 1834. El productor Damian Jones encontró una interesante historia que dar a conocer al público.
Dido Elisabeth Belle es probablemente el único caso de una mestiza que formó parte de la alta sociedad británica del siglo XVIII. Uno de esos extraños casos que, aparecidos en una película, tienen todas las de parecer ficción sin serlo. Cierto es que la guionista Misan Sagay se ve obligada a llenar los espacios en blanco que hay en la historia de Didopero lo hace sin salirse de los esquemas de la realidad que vivió una mujer mitad negra, mitad privilegiada. Una interesantísima dualidad que llevará el argumento de la película a través de conflictos nada esperados y bastante más profundos de lo que cabría suponer.
La fotografía y composición de cada escena es de una impecabilidad absoluta que en ocasiones se ve empañada por la artificialidad de la iluminación. Una sensación en la percepción de la imagen que podría resumirse en la frase “demasiado bonito para ser verdad”. No obstante, se agradece la cuidada atención que la directora ganadora de un Bafta Amma Asante, dedica en la creación de cada escena. Así mismo, todos los intérpretes realizan un gran trabajo corporal para encajar en la composición sin que por ello se vea afectada su interpretación. Si bien es cierto que tanto aquellos que encarnan a la más elevada ética (Sam Reid en su papel de idealista), como en los que se intuye una despreciable moralidad con matices (Oliver y James Ashford interpretados por James Norton y Tom Felton) en ocasiones adolecen de un pequeño énfasis interpretativo en pos de lograr encajar a su personaje en el karma correspondiente. La excelencia la alcanzan los protagonistas Emily Watson, Tom Wilkinson, Sarah Gordon, Gugu Mbatha-Raw, Miranda Richardson y Penelope Wilton, destacando de entre todos ellos a Tom Wilkinson quien luce soberbio en la interpretación del tío de Dido, el honorable presidente de la Corte que antepone las leyes a la moralidad y la ética.
Belleresultará tediosa para los que buscan la fácil absorción de estímulos visuales. Probablemente insuficiente para quienes pretendan alcanzar el éxtasis a través de la imagen. Los que se encuentren en el término medio de la escala, descubrirán una interesante parte de la historia que dificilmente puede ser conocida de otra manera de mano de la cuidada interpretación de un buen reparto alejado de fama pero con posibilidades de futuros reconocimientos. Así Bellecumplirá con el objetivo de la directora: “El público saldrá del cine habiendo aprendido mucho”.
