La película ‘En el ojo de la tormenta’ dirigida por Steven Quale (Destino final 5), expone a distintos personajes ante el “ataque” de una poderosa tormenta llena de tornados, a cada cual más potente, contando las singulares motivaciones que empujan a perseguir o huir de los torbellinos.
Sinopsis de la película ‘En el ojo de la tormenta’
El pequeño pueblo de Silverton va a ser arrasado sin cuartel por una serie de tornados de distintos tipos provocados por una enorme tormenta. Ahí mismo confluirán las diferentes historias de personajes que están relacionados con la zona por distintos motivos.
Donnie (Max Deacon), jefe del club de vídeo, instigado por su hermano Trey (Nathan Kress) también perteneciente al club, decidirá echar una mano a la chica de sus sueños, Kaitlyn (Alycia Debnam Carey), quien tiene que grabar un trabajo justo el día que se tornará como el peor para hacer nada. La aparición de unos caza tornados liderados por el obsesivo y tenaz jefe de equipo Pete (Matt Walsh) a quien no le importará arriesgar la vida de su equipo de grabación para conseguir las mejores tomas de los posibles tornados, será la prueba irrefutable de que las cosas se pondrán muy negras, siendo la meteoróloga Allison (Sarah Wayne Callies) la que de fe de ello desde su furgón-estación meteorológica. Aun así, se unirán a la fiesta un par de descerebrados paletos pirados y borrachos que piensan que ese es el mejor momento posible para lograr el nuevo sueño américo europeo, convertirse en una estrella gracias a un móvil y sus estimadas masivas reproducciones en Youtube.
Obviamente, se desatará la tormenta del siglo con la esperada sucesión de tornados y Gary (Richard Armitage), padre de Donnie y subdirector del instituto donde su hijo debería estar graduándose, sentirá una desesperada preocupación que pronto convertirá en una lucha contra los elementos para localizar y rescatar a su retoño. Cámara en mano, su otro hijo Trey hará también todo lo posible para que la historia tenga un final feliz.
Crítica de la película ‘En el ojo de la tormenta’
Terremotos, maremotos, tormentas eléctricas, incendios, inundaciones, riadas, erupciones volcánicas, meteoritos, heladas, cambio climático extemo… Elija su fenómeno natural favorito y póngale un título llamativo que vaya acorde a la situación para atraer a la posible audiencia. ‘En el ojo de la tormenta’ (dentro de la tormenta en su traducción del título original ‘Into the Storm’) tratará por todos los medios que nos impliquemos con la situación y vivencias de los personajes mediante un montaje de planos que supuestamente han sido grabados por aquellas personas que vivieron la devastadora tormenta generadora de tornados. A la media hora y tras la presentación de algunos prometedores personajes protagonistas, veremos cómo la trama se diluye cuanto más se materializan las columnas tormentosas de viento, agua y destrucción.
El guion de John Swetnam no da para mucho pero es que hay que reconocer que dotar de interés a un fenómeno meteorológico, o mejor dicho, tratar de convertirlo en una especie de protagonista principal es algo muy pero que muy difícil. Más aun cuando se dejan fuera el gamberrismo y se limita las posibilidades con un amplio rango de edades recomendadas.
Como es de esperar, ‘En el ojo de la tormenta’ gira en torno a bestiales efectos especiales, trabajosos decorados de destrucción y labradísimas tomas con las que se trata abrumar al espectador para que sienta cada azote de viento con el que intenta absorber a los protagonistas que huyen o se enfrentan a los aleatorios vórtices de los tornados. Fuera, por mucho que lo intenten, queda esa historia emocional que dicen sus creadores intentan transmitir a la audiencia por medio de las distintas y emotivas personales que viven cada uno de los protagonistas. Poco interesa al público que una madre meteoróloga (Sarah Wayne Callies) quiera mucho a su hija de cinco años que no ve desde hace meses debido a su persecución de tornados, poco importa la típica historia adolescente del chico bobito que quiere a la tía buena de turno y el resultado de previsible intento de rescate por… y aquí vamos otra vez, el distanciado padre (Richard Armitage) que en realidad busca una ocasión para mostrar su amor paternal por su hijo.
Al guion de ‘En el ojo de la tormenta’ adolece de algo de lo que estamos más que acostumbrados aquí gracias a las series de ficción nacional: Quiere gustar a mamás y a papás, a niños y a niñas, a abuelos y abuelas, a adolescentes… Intentando tener un poco de todo y arriesgando nada.
Por muchos rótulos que les pongan a los participantes de la película mientras se presentan a cámara, nunca se tiene la sensación de estar documental como pretende el director Steven Quale. ¡Pero como vamos a tener esa sensación si por mucho que se cambie de plano entre distintos dispositivos y tipos de soporte de grabación siempre tenemos una calidad de 4K! La grabación de un móvil cutre no debería mostrarse igual que la última generación de cámaras de ultra resolución cinematográfica… así que para qué mencionar como se debería ver desde las distintas cámaras (Reflex, semi pro, alta resolución, etc…) que lleva el equipo caza tormentas a mano o instaladas en el “Titus”, un coche blindado ideado para resistir al mayor de los tornados. Aunque claro, ensuciar en imagen unos efectos especiales tan logrados sería un poco absurdo…
El guion no explora ideas muy interesantes, como los grises que aporta el personaje de Matt Walsh, quien en todo momento parece capaz de traicionar hasta a su abuela con tal de sacar el mejor plano de la historia de un tornado, los miedos del más joven del equipo caza tornados, centrarse en más premisas científicas… También hay una oportunidad de oro perdida dejando pasar la posibilidad de explotar a los cabeza huecas paletos que quieren hacerse ricos con Youtube, personajes tan lamentables que sueñan que si logran esto podrían irse a la cama con ¡chicas medianamente guapas! Pero claro, para continuar por aquí habría que haberse lanzado hacia el punto gamberro. Apuntado pero no disparado, lástima.
La película tiene momentos. Ciertos planos recuerdan a las películas de catástrofes y terror de los años 50 a lo “La masa devoradora”, como cuando el instituto tiene que ser desalojado. Es en esas ocasiones cuando parece que va a pasar algo que se salga de la norma pero no, al contrario que sus aleatorios tornados, la película sigue por un camino muy predefinido de sensiblería.
Una vez concluidos los 90 minutos, uno se da cuenta que, visto lo visto, la primera escena presentación de la película, resume a la perfección todo lo que pasará en la película. Es más, esa escena es la mejor de todas porque, no sé si es un pequeño auto homenaje que se ha permitido el director, el tornado adquiere una personalidad misteriosa y malvada al igual que la invisible muerte que perseguía a las víctimas de ‘Destino Final’.
‘En el ojo de la tormenta’ en la sala Isense de Cinesa Méndez Álvaro
De pequeño tenía un repertorio de películas en VHS grabadas por mis padres. ‘El planeta de los simios’, ‘El gran dictador’, ‘Indiana Jones y el templo maldito’, ‘Tiempos modernos’, ‘La fuga de Logan’, ‘Superman’… entre los que se encontraba ‘Terremoto’ protagonizada por Charlton Heston y Ava Gardner. La película, que de por sí me parecía muy entretenida, tenía el aliciente de que cuando la vieron mis padres en el cine en los años 70, las butacas vibraban a la vez que la imagen mostraba las sacudidas del seísmo gracias a un sistema denominado sensurround, un canal de audio más por el que se emitía una frecuencia inaudible para el ser humano pero que lograba ese efecto sobre los objetos y personas de la sala.
Gracias al pase de prensa de En el ojo de la tormenta que Warner realizó en la sala iSens en los cines Cinesa Méndez Álvaro de Madrid, pude experimentar algo con lo que soñaba de niño: vivir una película con efectos reales. Cada vez que se formaba un tornado y la cámara con la que se grababa al mismo estaba en el exterior, se activaban unos ventiladores que disponían de sistema de nebulización de agua para ponerse en marcha si en la escena la lluvia estaba presente. Supongo que al niño de los 80/95 le habría encantado la idea…
Yo tengo que decir a mi pesar que, aunque me gustó la idea de ponerme un fino chubasquero y que entraba entusiasmado de cumplir uno de mis sueños secretos, la sensación final con la que me fui es que estaba en un cine de verano de esos en los que se levanta un viento frío desagradable que no hace sino incomodarte durante la proyección mientras buscas la mejor postura para no pasar tanto frío. A lo mejor se hubiera solucionado con una chaqueta…. En mi opinión hubiera sido mucho más divertido en 3D con objetos que pasasen a toda mecha por delante de los ojos como si te fueran a golpear en cualquier momento.
Eso sí, gracias a que uno de los asistentes y compañero de prensa acudió con su hija, pude comprobar que como película infantil ‘En el ojo de la tormenta’ funciona y divierte perfectamente. La niña estaba encantada con la experiencia de haber sobrevivido a los tornados, haber pasado frío y haber recibido la desagradable llovizna nebulizada. Así que no lo duden lleven a sus hijos a vivir esta inusual experiencia, se lo pasarán bomba.