Imagen de la película "Aguas tranquilas" de Naomi Kawase
Imagen de la película "Aguas tranquilas" de Naomi Kawase

Crítica: Aguas tranquilas (Still the water) de Naomi Kawase

“Aguas tranquilas” (Still the Water), laco-producción franco-japonesa-española de la directora Naomi Kawase, se estrena hoy precedida de los fantásticos comentarios de la crítica internacional.

Sinopsis “Aguas tranquilas”

En la isla de Amami-Oshima, situada en el Imperio del Sol Naciente, viven Kaito y Kioko, dos adolescentes destinados a descubrir la vida juntos, a hacerse mayores agarrados de la mano. Una muerte inicial en la orilla de una de las idílicas playas de la isla y la familia de ambos serán los desencadenantes para entender mejor el mundo en el que viven.

Aguas tranquilas
Aguas tranquilas

Crítica “Aguas tranquilas”

Naomi Kawase, habitual en el Festival de Cannes desde 1997, firma una película de belleza impecable bajo el título Aguas tranquilas. Sin duda, localizar la historia en los espectaculares y maravillosos paisajes de la isla de Amami-Oshima ayudan a conseguirlo. Pero además, la poesía visual, marca de la casa de la directora, que impregna todo el film acaba creando una ambientación preciosista que juega al contraste: mientras que el personaje femenino, Kioko, afronta la perdida de su madre con serenidad y su relación con el mar es de profunda paz y relajación; el personaje masculino, Kaito, vive la separación de sus padres y, en consecuencia de ello, la ausencia paterna con resentimiento, además de asociar el mar a la muerte por culpa de un cadáver aparecido a orillas de una de las playas del pueblo.

Imagen de la película "Aguas tranquilas" de Naomi Kawase
Imagen de la película “Aguas tranquilas” de Naomi Kawase

Esos contrastes tan evidentes entre los dos jóvenes sirven para que veamos como crecen, como pasan de la adolescencia al mundo adulto. Ambos funcionan como reflejo de su educación familiar y ambos se apoyan, a su manera, el uno en el otro. Kawase también aprovecha los cambios climáticos junto con la cotidianidad del día a día para desarrollar la relación de los dos chicos. Si ha todo esto le añadimos buenas interpretaciones, sobre todo, las de la joven actriz Jun Yoshinaga y nos dejamos llevar por una historia de ritmo lento pero de gran emotividad, nos encontramos ante una película que se ve y se cocina a fuego lento pero que llega al corazón.

Imagen de la película "Aguas tranquilas" de Naomi Kawase
Imagen de la película “Aguas tranquilas” de Naomi Kawase

Puede que la cineasta peque en ‘Aguas tranquilas’ de esos tópicos que suelen gustarle más al occidental que al oriental: ritos del folclore nipón con muerte y árbol centenario incluidos, anciano con frases filosóficas, elementos meteorológicos catárticos, el mar como metáfora de vida y muerte… Pero la película es tan bella y explica tan maravillosamente bien el cambio del mundo adolescente al mundo adulto que se le perdona.

Trailer “Aguas tranquilas”

DIRECCIÓN
8
GUION
7
INTERPRETACIÓN
7
FOTOGRAFÍA
9
Reseña de lectores0 Votos
0
LO BUENO
La interpretación de Jun Yoshinaga.
Toda la secuencia de la muerte de la madre.
El paisaje, junto con su fotografía cruda y áspera pero preciosa.
LO MALO
Llegando a su final, el personaje de Kaito puede llegar a cansar, incluso irritar.
Algunos tópicos demasiado vistos en el cine japonés.
7.8