“Como la vida misma” es la nueva película de Dan Fogelman (Crazy, Stupid, Love, Nunca es tarde), con una producción hispano-americana, y un reparto de lujo, cuenta una historia de vidas entrelazadas entre varias generaciones, en clave de drama-romántico, con un peculiar uso de la narración.
Sinopsis de la película
Como la vida misma nos cuenta la historia de una familia, y el efecto mariposa desde varias generaciones anteriores que van conectando los puntos sobre cómo se ha ido formando esa familia; desde pequeñas decisiones, aparentemente arbitrarias del día a día, como sentarse un momento en un banco, o no dar una conversación por terminada; a acontecimientos importantes que, se suponen, cambian la vida de una persona, como tener un hijo, o un nuevo empleo. Todo está relacionado, en un bucle causa-consecuencia que guarda un mensaje optimista sobre el amor, en un mundo que parece empeñado en hacerlo desaparecer.
Opinión de Como la vida misma
Seguramente el guión sea el punto más flojo de esta película a pesar de cumplir con los mínimos de la buena narrativa. El tema principal, el amor a contracorriente que siempre da sus frutos, está bien desarrollado y es el denominador común de todas las historias. Otros temas como la familia, la lealtad incondicional, o traumas psicológicos, también están presentes en todas las historias, y están bien analizados según los diferentes puntos de vista de cada generación. En cuanto a los personajes, tienen una evolución clara y fácilmente entendible para el espectador. En teoría, se deberían dar las condiciones para un guión superlativo. En la práctica, los personajes son intercambiables unos por otros, y el tono resulta inconsistente al querer meter con calzador escenas cómicas, en una historia que no las necesitaba.
Para empezar, la película abre con una primera narración de Samuel L Jackson, que desentona mucho con el resto de narraciones. Hay un intento de darle algo de sentido con algún flashback, pero resulta rebuscado y totalmente inútil para la trama, salvo empezar la historia con una voz reconocible para el gran público. Ese es otro problema de este guión, aparte de la ya nombrada, hay varias escenas que perfectamente se pueden eliminar y no afectarían en absoluto al devenir de la trama.
La trama abusa mucho de los flashbacks para situar a los personajes, en lugar de empezar por el principio y terminar por el final. Las historias generacionales suelen empezar en el punto más interesante, luego dan la sensación de que se les ha olvidado dar un contexto a los personajes y empiezan a llenar el guión con tazones de flashback. Además, muchos personajes, generalmente el padre, son prácticamente clones unos de otros, fervientes adoradores de su familia unifamiliar que harían todo lo que esté en su mano para hacer feliz a sus seres queridos: Se dan a la bebida si las cosas se tuercen, pero en el fondo tienen buen corazón; sus frases son intercambiables entre unos y otros, de forma que ninguna personalidad destaca sobre el resto, todos iguales, para bien y para mal.
El uso de la narración sería el as en la manga guardado por Fogelman, consciente de las limitaciones de un guión ambicioso, pero repetitivo. La premisa de este as en la manga es que el narrador en una película suele ser una trampa por parte del autor, que quiere desviar la atención del espectador para dar aire a las historias realmente importantes. Seguramente el detalle de Samuel L Jackson vaya en esa dirección, sobre todo teniendo en cuenta las escenas finales, pero visto en retrospectiva queda la sensación de pretensión mal conseguida, que no aporta nada a la trama, salvo intentos cómicos que refresquen la cara al espectador entre tanto drama.
Interpretación
Sin duda este es el aparto más brillante. Empezando por el fenomenal reparto con Oscar Isaac (Ex Machina, Star Wars), Olivia Wilde (Dr. House, Cowboys & Aliens), Antonio Banderas (La Máscara del Zorro, La Piel que Habito), Annette Bening (American Beauty, Bugsy), Olivia Cooke (Ready Player One, Ouija), Laila Costa (Tengo Ganas de Ti, Palmeras en la nieve), y Sergio Peris-Mencheta (La Zona, Capitán Trueno) entre los más destacables. Todos encajan como anillo al dedo y aportan mucho carisma a los personajes interpretados.
El gran número de primeros planos utilizados por Fogelman, invitan a deducir que gran parte del éxito de esta película está condicionado a la interpretación de los actores, y en ese sentido la película es un éxito rotundo: todos los actores hacen una de las mejores interpretaciones de su carrera, todos reman en la misma dirección para transmitir las emociones que requiere la historia, que son muchas.
El elenco también demuestra un gran rango de expresividad, salvo quizás Annete Bening, psiquiatra del personaje de Oscar Isaac, con una interpretación más plana, aunque también tiene menos tiempo en pantalla en comparación con el resto de actores principales. Gracias a las increíbles interpretaciones, el espectador puede relajarse y disfrutar de la experiencia, un contrapeso perfecto a un guión con virtudes y sombras.
La dirección de Dan Fogelman
La dirección de Fogelman sabe cubrir las deficiencias del guión, y explotar al máximo las virtudes de la interpretación. Una historia que no tiene un protagonista definido, sino que se centra en varios para contar una historia sobre varias generaciones entrelazadas, puede suponer un despiste importante para el espectador, pero la edición y montaje de las escenas se ocupa de no perder el hilo conductor de todas ellas, de forma que el espectador pueda seguir la trama sin necesitar un personaje principal.
Un riesgo de contar historias de varias generaciones, es que puede terminar siendo una historia demasiado larga, y cuantos más temas se quieran analizar, más larga quedará. En Como la vida misma, pese a tratar bastantes temas, el ritmo suele ser ágil e inteligente para combinar drama, con pausas para reflexionar; a veces un personaje explica la conclusión a otro personaje que en realidad es el propio espectador, quitando su parcela de subjetivismo, pero por lo general se reta al espectador para que piense por sí mismo, lo cual siempre es de agradecer.
La mayoría de aspectos técnicos destacan por su calidad, no es de extrañar que la mitad de las 14 nominaciones a los Goya, vengan por este frente, incluyendo mejor dirección de fotografía, mejor dirección artística, mejor montaje, mejor diseño de vestuario, mejor maquillaje y peluquería, y mejor sonido, además de mejor dirección.
Opinión final
El guión es una oportunidad perdida que no está al nivel de todo lo demás, por sus personajes repetitivos, fórmulas narrativas rebuscadas y un tono dramático que tontea con el humor sin necesidad. Sin embargo, la gran actuación de, prácticamente, todos los actores y la dirección que sabe muy bien cuál es el siguiente paso que debe ver, y sentir, el espectador, ensalzan esta gran película llena de pasión por querer amar, una carta romántica a todos los que han aprendido por las malas, que todo lo que vale la pena cuesta mucho, y más todavía mantenerlo en el tiempo.