El aclamado director chino Wong Kar Wai, nos presenta una grandiosa película centrada en el Kung Fu, en la que su actor fetiche Tony Leung interpreta a Ip Man, el legendario maestro de la disciplina Wing Chun que se abrió paso al mundo entero desde Hong Kong.
Sinopsis de la película: The Grandmaster
Ip Man (Tony Leung), nació en 1894 a finales de la dinastía Qing en Foshan, centro de las artes marciales durante la república de China. Gracias a su acomodada posición, pudo entregarse en cuerpo y alma al estudio y práctica de su pasión, el Wing Chung, una disciplina del Kung Fu, sencilla y económica en movimientos y posiciones comparada con otras disciplinas, pero muy efectiva.
Invitado a la celebración de retiro del gran maestro de artes marciales del norte de China Gong Baosen (Wang Qingxiang), famoso por combinar dos estilos del Kung Fu y por no haber perdido un combate en su vida, Ip Man acepta el reto lanzado por el anciano para ser el representante de todas las escuelas de Kung Fu del sur del país para combatir contra Ma San (Zhang Jin) quien se convirtió en su sucesor en el norte.
Antes de enfrentarse a Ma San, Ip Man que nunca ha tenido que mostrar su valía como luchador, deberá demostrar sus habilidades ante los máximos representantes de las otras escuelas del sur para contar con su aprobación del resto de las escuelas a quien debe representar, pues la reputación y fama de todos está en juego.
En la ceremonia que se celebrará en el Pabellón de Oro, mítico burdel lleno de eruditos donde habitualmente se reúnen los grandes maestros del Kung Fu, Ip Man conocerá Gong Er (Ziyi Zhang), hija del legendario maestro Gong Baosen, única heredera de “la técnica de las 64 manos”, quien a pesar de estar preparada, debido a su condición de mujer, jamás pudo optar a ser la heredera de su padre Gong Baosen.
En una época de transición donde Japón domina las provincias del noreste de china, al borde de una guerra mundial, la tradición, el honor, el patriotismo, la ética personal y el conocimiento del Kung Fu estarán en juego representados por todos aquellos que participarán de alguna manera en la celebración de la retirada de Gong Baosen, sin olvidar a un misterioso nacionalista radical chino conocido como El Navaja (Chang Chen), quien utiliza sus conocimientos de la disciplina Baji del Kung Fu para dar caza y asesinar a los traidores chinos que ayudan al régimen imperialista japonés.
Crítica de la película: The Grandmaster
En esta crítica de ‘The grandmaster’ justificaré por qué Wong Kar Wai merece que se califique su película con la máxima puntuación posible, si bien es cierto que la mayor parte de la puntuación pueda ser debida a mi simpatía personal por las artes marciales y más específicamente a mis conocimientos de Wing Chun gracias a grandes amigos que llevan más de la mitad de su vida practicando esta disciplina.
En primer lugar, hay ciertos directores de indiscutible maestría que siempre imprimen un sello de calidad a todas sus películas. Es posible que algunas sean de distinto interés para según qué espectadores o que no cumplan ciertas expectativas creadas, o simplemente, se puede decir que las tienen mejores o peores comparando sus obras entre sí, pero, indiscutiblemente, todas las críticas de las películas, dirigidas, escritas de Wong Kar Wai están por encima de la media.
Wong Kar Wai es un director que crea películas con el afán de contar historias capaces de transportar al espectador mientras que la trama y las vidas de los personajes se desarrollan en la pantalla. Si uno entra al cine muy despierto, abierto y dispuesto, podrá disfrutar sin problemas de todos los detalles que compone la película ‘The grandmaster’. Imágenes, diálogos, ritmos, pausas, intenciones de cámara, cambios de velocidad de fotograma, grano en la cinta… serán los elementos que ayudarán a componer un magnífico cuadro de diversas interpretaciones.
En ‘The grandmaster’, nada es gratuito. Todo tiene un sentido honesto pero cinematográfico. Won Kar Wai sabe conservar el valor y la intención de su obra por muchas escenas de acción que incluya, por muchas coreografías imposibles que muestre sin dejar de retener el sentido personal e íntimo que suelen caracterizar sus películas.
El Kung Fu puede parecer el tema principal de la película ‘The Granmaster’ pero nada más lejos de la realidad. No lo es siquiera Ip Man, el protagonista y maestro del famoso Bruce Lee (atentos al niño pequeño que aparece al final de la película) quien desarrolló el Jet Kune Do basándose en el Win Chun, el motivo biográfico por el que recibe el título la película. La verdadera historia de ‘The granmaster’ habla de la maestría, de los maestros de los distintos estilos de Kung Fu que sobrevivieron a una gran época de transición, muchas veces sangrienta, y que consiguieron legar sus conocimientos por medio de las academias que fundaron en Hong Kong mientras la ciudad misma transicionaba allá por los años 50.
Todo en ‘The granmaster’ está medido y cuantificado de forma precisa. Entre sus componentes podemos encontrar a maestros entre maestros como el diseñador de escenas de acción Yuen Wo ping (Matrix); los más que famosos intérpretes Tony Leung (2046) que interpreta a Ip Man o Ziyi Zhang (Tigre y Dragón) que da vida a la misteriosa Gong Er; un asesor histórico de lujo como Yip Man (hijo del verdadero Ip Man); y un enorme equipo artístico y técnico de primera calidad.
¿Qué más se puede decir de ‘The Grandmaster’, una película que tras una metódica preproducción que rondó los ocho años y un rodaje que prácticamente alcanzó los tres? Pues que es una película proyectada, madurada y trabajada como sólo un verdadero maestro puede concebir. Wong Kar Wai ha realizado una excelente película gracias al consejo, el asesoramiento y el trabajo de distintos maestros a los que tuvo la sabiduría de acudir. Maestros de vestuario, coreógrafos, luchadores, actores… gracias a los cuales ‘The Grandmaster’ es lo que es y es algo que no se debería perder. Juzguen y critiquen ustedes mismos.