Del mismo productor que la primera, Eli Roth (“Hostel” y “Hostel 2”), llega la continuación de aquella. “El último exorcismo: Parte 2” gana en el acabado técnico y corte profesional a la vez que pierde el toque de espontánea originalidad de la primera. Del estilo documental al cine convencional, o lo que es lo mismo, ahora muchos sustos y pocas nueces.
Sinopsis de la película “El último exorcismo: Parte 2”
Nell (Ashley Bell) ha dejado atrás un oscuro pasado del que poco o nada recuerda. Alojada en una casa de acogida para jóvenes con problemas parece que poco a poco empieza a rehacer su vida. Lejos quedan las pesadillas, las horribles visiones y algo más terrorífico que no se atreve a rememorar. Todo lo malo puede que haya sido producto de la imaginación de una mente perversa que le hizo creer que estaba poseída por un demonio llamado Abalam, o no.
Mientras Nell trata de encontrarse a sí misma venciendo su enorme timidez con el resto de compañeras y luchando contra su introspectiva vida pequeños sucesos de difícil explicación irán ocurriendo a su alrededor. ¿Las consecuencias de su atormentador pasado han trastornado su mente? ¿O realmente hay un demoníaco ser que la persigue?
Crítica de “El último exorcismo: Parte 2”
Afirmar que “las segundas partes nunca son buenas” es como afirmar que nunca repetirías tu plato favorito por temor a que te deje de gustar. ¿Cómo podría uno aborrecer algo que está preparado de la misma forma y con los mismos ingredientes? Pues muy fácil, no respetando la receta.
“El último exorcismo: Parte 2” sigue estando basada en algunos de los personajes que crearon los guionistas Huck Botko y Andrew Gurland para la primera bajo la nueva escritura de los guionistas Damien Chazelle ( Grand Piano) y Ed Gass-Donnelly. Ambos han creado un guion más cercano a lo que espera ver un público mayoritario dejando atrás valores más ricos como sustentar una historia compleja. A su favor hay que decir que no escatimado en creatividad para idear sustos, situaciones tensas para provocarlos y cierta ambigüedad a algunos personajes con los que logran crear inquietud en los espectadores. Si a eso le añadimos el correcto trabajo del también director Ed Gass-Donnelly, podemos decir que “El último exorcismo: Parte 2” cumple perfectamente el papel por el que fue concebida: asustar a diestro y siniestro cual pasaje del terror.
Como poco tienen que ver con la primera, uno se puede sentar tranquilamente en la sala sin el temor de pensar que se puede haber perdido algo que sea clave para disfrutar plenamente de la historia. Esto, tiene un pro y un contra. El “pro” es para los que no vieron “El último exorcismo” los cuales se verán inevitablemente atraídos e intrigados en descubrir el misterioso pasado del desquiciado personaje protagonista Nell (Ashley Bell). Mientras que los que esperan volver en esta parte algo de aquello que les gustó de la primera se quedarán con el más grande y decepcionante “contra” pues lo único que encontrarán son esporádicas imágenes del rodaje “documental” de “El último exorcismo”. Una conexión muy vaga y poco creativa.
Una vez más, estamos ante las ganas de vender un producto, que no es el mismo que el anterior, al que se le ha imprimido el sello de confianza de “Parte 2”. La historia de “El último exorcismo: Parte 2” es lo suficientemente interesante en sí como para haber hecho una película con nombre propio. Las buenas ideas que expone la película arropadas por el creciente ritmo de sustos que se encarga de atosigar al espectador hubieran podido convertir a “El último exorcismo: Parte 2” en una película más que recomendable. Pero, claro, no ha sido el caso pues una y otra vez, la historia desecha automáticamente sus propias propuestas sin siquiera dar explicación alguna al espectador.