¡Oh el amor! La más inusitada de las pasiones, la más desenfrenada de las sinrazones, savia divina que nos sirve como combustible, y al mismo tiempo pérfido veneno capaz de congelar nuestro intelecto. ¿Qué? ¿Sienten ya vergüenza ajena al leerme? Pues es la que esperaba encontrarme yo antes de ver “una película indie sobre historias de amor cruzadas”. Sin embargo acabo el visionado de “Barcelona Nit D’Estiu” entero y con una incipiente sensación de satisfacción. ¿Quieren saber por qué? Pues sigan leyendo hombre, que lo tienen aquí debajo…
Trailer “Barcelona noche de verano” (“Nit d’estiu”)
Sinopsis “Barcelona noche de verano” (“Nit d’estiu”)
La noche del 18 de Agosto de 2013 el cometa Rose cruzó el cielo de la ciudad de Barcelona. Un marco incomparable y demasiada gente en vela como para que no ocurran, en paralelo, historias maravillosas. “Barcelona noche de verano” (“Barcelona Nit D’Estiu”) se centra en seis cuentos ligeros con un denominador común: El amor, y varias de las formas en las que puede complicarnos la vida.
Crítica de cine “Barcelona noche de verano” (“Nit d’estiu”)
En estos tiempos 79% convulsos y 21% devastadores que vive el cine español, empieza a ser recurrente la producción de películas independientes de producción cortometrajil y distribución francotiradora al estilo de “Carmina o Revienta” (Paco León, 2012) o “Ilusión” (Daniel Castro, 2013). “Barcelona Nit D’Estiu”, que se estrena hoy después de pasearse todo el verano por salas, plazas y playas de toda Catalunya, se adhiere a ese formato, aunque si no nos avisan no nos enteramos.
Y es que no deben esperar una película indie de cámara al hombro y fotografía con grano. “Barcelona noche de verano” (“Barcelona Nit D’Estiu”) es preciosista y a simple vista pasaría perfectamente como la última peli de Cesc Gay o la primera de François Ozon. Tampoco en su concepto intenta salirse de madre: Ni transgrede ni rompe formalmente. Es un “Love Actually” que se esfuerza desde el minuto uno por resultar “bonita” y no salirse de lo convencional. (Dicho como elogio y sin ningún ánimo peyorativo).
Según vean el vaso medio lleno o medio vacío, esto puede interpretarse con gran alegría (con talento y ganas se puede alumbrar una película que llegue a las masas aunque no se tengan medios) o desesperación (Si para hacer una película así hay que estar montando giras de visionado y malviviendo como en un corto, apaga y vámonos). Pero en fin, el sistema de producción de “Barcelona Nit D’Estiu” ya lo explica mucho mejor que yo el propio director en un divertido mini-corto que acompaña a la película (y que pueden encontrar AQUÍ) así que pasemos a lo importante, que es la película en sí misma.
“Barcelona noche de verano” o “Barcelona Nit D’Estiu”, cuenta las historias de… (Coja aire): Una pareja que tras su romance infantil se reencuentran quince años más tarde, un niño que quiere darle su primer beso a la niña más guapa del “insti”, un chico que sigue aspirando a conquistar el corazón de una compañera de cuadrilla ya casada, una pareja cuya estabilidad se ve amenazada por un posible embarazo, un par de amigos que quieren conquistar a la compañera de clase de su amiga lesbiana, y dos futbolistas cuya relación debe ser “ocultada” porque a uno de ellos lo ficha el Barça. (Suelte aire)
Yo siempre digo que “Magnolia” (Paul Thomas Anderson, 1999) y “Vidas Cruzadas” (Robert Altman, 1993) son dos grandes películas, pero que quizá no merecieron la pena. El esquema de “historias que se cruzan” se ha utilizado mucho y muy mal desde entonces, y la brillantez de las primeras nos impedía ver los riesgos que acarreaba el formato: Desigualdad dramática en las historias, aburrimiento por la forzada ecuanimidad respecto al tiempo fílmico y solapamiento de los conflictos.
No es que “Barcelona Nit D’Estiu” venza todas esas batallas (Hay historias más interesantes que otras, y se abusa un poco del conflicto “tío mediocre aspira a conquistar a chica guapa”) pero desde luego sale airosa: Está montada con inteligencia, sabiendo dónde colocar el peso dramático en cada momento y cómo mantener el ritmo. Que transcurra en una sola noche y se marque tanto el escenario único de la ciudad de Barcelona (Retratada con mucho gusto, por cierto) le da unidad y rema a favor del espectador.
Pero lo que hace que realmente la película funcione son sus personajes, que resultan creíbles y cercanos. (Con alguna excepción, como ese representante de futbolistas al que le falta comerse a mordiscos un recién nacido en pantalla). En una película tan basada en los diálogos es clave que las conversaciones suenen naturales y francas, y De La Orden y su séquito de actores, en estado de gracia, lo consiguen, con lo difícil que es eso (Y si no se lo creen, enciendan la tele y pongan Factoría de Ficción).
“Barcelona Nit D’Estiu” merece un aplauso porque es lo que pretende ser: Una película delicada y detallista. Si eso resulta sensible o ñoño lo decidirá el espectador (y seguramente, su estado sentimental), aunque yo particularmente echo en falta un poquito más de mala leche y alguna historia un pelín más extrema. Además de por mi gusto personal, por el miedo a que tanto preciosismo, buenrollismo y correctismo acaben haciendo que el espectador se refiera a la película en los más trágicos términos: “Me caes genial, pero te prefiero como amiga”.