Neill Blomkamp, característico por la estética ciberpunk o tecno-basura, dirige Chappie, una película de fuerte esencia ochentera. Brillante, gracias la autenticidad de los artistas Ninja y Yo-Landi Visser que, además de su música, también aportan sus característicos personajes, la película tiene un inicio apasionante hasta derivar en acción desbordada.