La serie Alguien tiene que morir de Netflix resulta una propuesta completamente fallida, en la que no encontraremos ningún tipo de aliciente para llegar hasta el final de su tercer capítulo. En formato miniserie, Manolo Caro deja la comedia para adentrarnos en un drama familiar que resulta excesivamente pretencioso para el material que se trae entre manos. Os dejamos con la crítica de la serie Alguien tiene que morir de Netflix.