Topicazo y ridículo intento, por parte de la poderosa industria cinematográfica Francesa, de colonialismo cultural. Toda una miríada de falacias bajo un disfraz costumbrista insostenible. Incapaz de engañar a nadie más allá de las fronteras del país Galo. Como esperpento podría haber tenido su gracia. Deleznable.