Crítica de Todos mis amigos están muertos, película polaca que se estrena el viernes 5 de febrero en la plataforma Netflix. Una comedia que pretende ser alocada, irreverente y sangrienta. Sin embargo, la gamberrada con aspiraciones a ser la nueva 'American Pie' con elemento sangriento incluido, tan solo logra aburrir con gags manidos y una trama que no engancha.