Lars Klevberg, en su primer largometraje, realiza un sugestivo y por momentos brutal reboot del mítico Chucky. Supera a todas sus predecesoras de la franquicia con una mezcla del clásico e irónico humor, un guion más complejo y con más capas narrativas y escenas gore que rinden tributo a clásicos como “La matanza de Texas”. No ofrece nada inédito, pero los guionistas han logrado mezclar este icónico personaje con una historia francamente interesante sobre inteligencia artificial. No te pierdas la crítica de Muñeco Diabólico.