Aprovechando una franquicia respetable a nivel comercial, Adrian Grunberg y Sylvester Stallone han realizado una de las peores películas del año: La última película de Rambo. Violencia gratuita, drama estereotipado y clichés para una obra más cercana al telefilm que a la narrativa cinematográfica. ¿Compartirás nuestra opinión de Rambo: Last Blood?