Crítica de la película “Vivir es fácil con los ojos cerrados” de David Trueba

David Trueba vuelve a la cartelera nacional con “Vivir es fácil con los ojos cerrados”, una película sencilla que nos llevará de viaje a la rural Almería de los 60.

Trailer de “Vivir es fácil con los ojos cerrados”

Sinopsis de “Vivir es fácil con los ojos cerrados”

Corren los años 60. Antonio (Javier Cámara) es un profesor de inglés de mediana edad que imparte clases de inglés en un colegio de curas de Madrid. Progresista en los métodos pedagógicos de la época y con una clara disposición a motivar a sus alumnos, todas sus clases están basadas y las imparte gracias a las letras de las canciones de su ídolo, el transgresor  John Lennon.

Antonio, tras enterarse de que John Lennon se encuentra rodando una película en Almería, decide ausentarse unos días de su trabajo con la esperanza de poder hacerle una entrevista y de paso comentarle al cantante diversos temas que preocupan a Antonio.

De camino a Almería, Antonio recogerá a dos autoestopistas: Una joven embarazada que huye de una institución donde debía haber dado a luz llamada Belén (Natalia de Molina) y Juanjo (Francesc Colomer), un quiceañero que se ha escapado de casa cansado de las estrictas normas de su padre (Jorge Sanz).

Tanto Antonio como los dos adolescentes, vivirán unos días fantásticos alojados en un pequeño pueblo cercano al rodaje de la película mientras Antonio se las ve y se las ingenia para ponerse contacto con la estrella mundial.

Crítica de “Vivir es fácil con los ojos cerrados”

Es verdad. Tal y como dijo el hermano del director de esta película, Fernando Trueba, “aquí hacemos un cine bastante decente. Hay profesionales buenísimos. Muy buenos actores, muy buenos técnicos…” y tengo que añadir que además, que el director y guionista David Trueba, sabe hacer un uso excelente de todos estos componentes para realizar algo más que “cine decente”. La prueba en está aquí, en “Vivir es fácil con los ojos cerrados”.

El director y guionista David Trueba propone una idea sencilla pero muy interesante; la de un profesor más que progresista que trata de ponerse en contacto con el icono mundial del momento, John Lennon, en un país y en una época donde todo se enseñaba y todo se discutía a base de bofetadas y donde, por mucho que intenten hacernos tontos, los políticos del momento habían alcanzado el poder (y lo mantenían) gracias a las armas.

Y así es esta “Vivir es fácil con los ojos cerrados”, ya que recrea con elegancia los años 60 españoles sin ahondar en temas tan recurrentes como la dictadura franquista y sin juzgarlo desde ningún ángulo como nos tiene acostumbrado el típico cine español. David Trueba, expone y señala con su guion diversas situaciones que se daban en aquel momento sin tratar de metérnoslas con calzador. Simplemente se van dando mientras que el idealista profesor Antonio, intenta hallar la forma de acercarse al que considera mesías del cambio, la cultura y la sensibilidad humana.

Tras una breve presentación en Madrid, “Vivir es fácil con los ojos cerrados” nos lleva a un pequeño pueblo costero del desierto de Almería. Allí no sólo se muestra la gran diferencia entre lo cosmopolita y lo rural, sino que magníficos extras llenan de vida y espontaneidad cada palabra que tienen con los tres protagonistas, unos magníficos Francesc Colomer (Pa Negre, Barcelona nit d’estiu), Natalia de Molina y Javier Cámara (Fuera de carta), siendo mi mención especial para Ramón Fontserè (Els Joglars). También aparecen unos correctos Ariadna Gil y Jorge Sanz, ya que su pequeña, pero generosa aportación, no da para más.

No se esperen nada de “Vivir es fácil con los ojos cerrados” y vayan a verla con la actitud con la que el señor Trueba defiende el cine español. Vayan pensando que verán una película “bastante decente” y podrán descubrir con sorpresa que tras la sencillez se esconde una bonita historia más que “decente”, entretenida, y que deja un buen sabor de boca. Sin acritud, sin condena, sin tomar partido y con más humor que drama.