Una nueva serie noir ha llegado a HBO y nos enseña, tal como acostumbra en sus producciones, como se deben hacer las cosas. Un guion cuidado y una trama con personajes que, a pesar de ser arquetípicos, nos conquistan con sus claroscuros. Una serie imprescindible para todos aquellos amantes del cine o la novela negra. Arrancamos con nuestra crítica de la serie Perry Mason de HBO.
Es 1932 y la Gran Depresión acontece en los Estados Unidos. Sin embargo, Los Ángeles prospera gracias al petróleo, los juegos olímpicos del 32 y la creciente industria del cine.
Perry Mason (Matthew Rhys), investigador privado, es contratado para un juicio por el supuesto secuestro de un niño dentro de una familia que pertenece a una iglesia evangélica. Esta investigación supondrá cambios importantes en la vida de Mason, además de grandes consecuencias para su cliente y la propia ciudad.
Perry Mason es una serie ambientada en los años 30 en los LA (Los ángeles) creada y escrita por Ron Fitzgerald y Rolin Jones, y que es protagonizada por Mathew Rhys.
HBO nos trae una nueva serie basada en las novelas Erle Stanley Gardner, las cuales crearon al personaje de Perry Mason y, por suerte o por desgracia, no se podría decir que sentaron un antes y un después dentro del género noir o cine negro.
Sin embargo, la serie Perry Mason de HBO nos permite adentrarnos en una época que, aunque nos pueda parecer algo lejana, no se libra de crímenes atroces o grandes investigaciones policiales que nos mantendrán en la pantalla durante todo el arco de la serie sin pestañear y sin querer perdernos ninguno de los detalles que se nos presenta. Convirtiéndonos así en parte de una investigación que, a la vez que nos muestra la situación social y política de LA de 1932, nos engancha con esos tonos grises que nos hacen más humanos.
El actor Matthew Rhys da vida a Perry Mason ofreciéndonos una interpretación bastante fidedigna del personaje, además de participar en la producción. Nos muestra a un investigador privado castigado por su pasado, con una ambivalencia entre lo tierno y lo oscuro. Esto hace de Mason un personaje mucho más interesante para el espectador. Es una buena persona, con unos valores morales fuertes, pero que, sin embargo, está dispuesto a casi todo con tal de que salga a la luz la verdad.
Otro de los actores reseñables de esta serie es John Lithgow, al cual ya hemos tenido el placer de ver en series como de ‘Crown’, y que aquí nos sorprende con una interpretación inmejorable.
A nivel técnico la serie es impecable, se nota el despliegue económico que hace HBO a la hora de realizar sus producciones, con una línea clara en la que se coloca por delante la calidad frente a la cantidad.
Los guionistas de la serie Perry Mason no se quedan atrás del espectacular apartado visual, Rolin Jones y Ron Fitzgerald nos deleitan con una trama compleja que se aleja de los clichés y que lejos queda de esas series donde en cada capítulo se resuelve un crimen o donde al final todo termina con una confesión de última hora en los juzgados.
Quizá el enfoque de la serie al principio queda un poco confuso, ya que no sabemos muy bien si nos enfrentamos a una serie policiaca o simplemente va a versar sobre juicios. En realidad, los guionistas hacen alarde de sus habilidades narrativas y nos componen una historia con muchos matices y personajes que muestran sus debilidades escapando del clásico maniqueísmo repetido ya hasta la saciedad.
No es una serie que se queda en lo superficial del género, sino que profundiza enormemente en los personajes. Aspecto que conquista al espectador, debido a que somos capaces de empatizar con ellos y sentirnos identificados con sus dilemas emocionales. Alejándose así de esas historias planas donde el malo siempre es malo y el bueno es un santo.
En definitiva, pese a no ser la mejor ficción de la plataforma, la serie Perry Mason de HBO es una propuesta que atrapa desde el principio y que merece la pena ver, más aún en estos tiempos donde apenas llegan buenos productos a nuestras pantallas, salvo contados casos como ‘Por qué matan las mujeres‘ y donde prima la cantidad frente a la calidad.
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muy buena, respeta el noir clásico y destaca temas más actuales como el feminismo, sin ninguna exageración. la "novia" meztiza y poco agraciada, el alegato de la acusada, la inteligencia de la abogada. la música también es del género y hasta tiene un par de breves referencias a Yeast y Byron,en el nombre de poersonajes "secundarios" para recordarnos de dónde viene el rubro. La trama se toma sus licencias y el salto en la profesión es un poco abrupto, pero en su conjunto, lo mejor que se ha visto en bastante tiempo, en mi opinión. Me ha parecido, aún con la reserva mencionada, brillante. Muy buena. Ojalá sigan así.
mestiza, me equivoqué