La película Rebelión de los Godínez de Netflix es la nueva comedia del director Carlos Morett. Tras ingresar a su abuelo, el protagonista de la historia no le queda otro remedio que buscarse un trabajo serio para afrontar las facturas del hospital. Hoy os dejamos la crítica de Rebelión de los Godímez, una cinta mexicana cuyo problema principal reside en su guion.
Omar (Gustavo Egelhaaf) es un programador de apps que malgasta su talento. Cuando su abuelo (Alejandro Suárez) enferma, decide buscar un trabajo más estable para poder pagar las facturas del hospital. Así es como termina reclutado por la compañía de tecnología Relotech.
Netflix lo ha conseguido. Tras presentarnos títulos insulsos, repetitivos, carentes de carisma… en definitiva mediocres, ha llegado el momento estrella en el que se atreve a dar un paso más y estrenar una película que literalmente no va de nada. Tras la Rebelión de los Godínez, título que podría parecer que plantea una propuesta “para toda la familia”, se esconde una de las propuestas más simplonas que hemos visto en los últimos tiempos.
Tenemos nueva apuesta de Netflix que no tiene mayor pretensión que engrosar el catálogo de comedia de la plataforma. Un género en el que se están presentando títulos sin mucho o ningún acierto últimamente: ‘La otra Missy‘, ‘Los tortolitos‘, o ‘Coffe and Kareem‘. Pues bien, la apuesta mexicana de esta semana no mejora la cosa en este aspecto. Comenzamos con nuestra crítica de Rebelión de los Godínez.
La cinta dirigida por Carlos Morett tiene un problema en mayúsculas: su guion. Tanto es así que su conflicto principal resulta irrisorio y forzado, siendo su único objetivo el justificar la existencia de la propia película. Dicho “conflicto” parece metido por calzador en el resto de la trama, forzando una trama de espionaje industrial que aparece “como por arte de magia”. Según pasan los minutos de metraje notaremos que sólo tenían claro el punto de partida de la historia, la idea por desarrollar, el resto es pura improvisación.
La idea de la que parte la trama de la cinta, según afirman medios mexicanos, surge de querer desarrollar una comedia basada en el trabajo diario de los llamados “godínez”: un adjetivo utilizado para los empleados de oficina en México. Y eso es de lo que va su propuesta, del trabajo diario de una oficina. Eso sí, su título no nos engaña, es claro y cristalino. No busques más, es lo que hay.
El problema es que en esa oficina se podrían generar situaciones absurdas, cómicas y disparatadas, pero no, los gags que presenta sólo nos llevan a pensar en los minutos de metraje que aún nos quedan por soportar. Las situaciones cómicas que se nos presentan no funcionan, resultando infantiloides, demasiado vistas y sin un ápice de gracia.
Como conclusión de esta crítica de Rebelión de los Godínez, destacar que estamos ante una película más que tan solo aspira a engrosar el abultado catálogo de Netflix. Una comedia sin gracia y, lo que es aún peor, sin argumento. Un despropósito en toda regla que solo sirve para dejar de fondo mientras te echas la siesta.
Esta entrada fue modificada por última vez en 26 mayo, 2020 21:15
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Ni la terminé de ver, malísima la película. Una lástima tiene buenos actores. Nada que ver con la de Mirreyes Vs. Godínez, se quisieron colgar de esta última.