A veces hay directores que pretenden inspirarse en otros maestros del cine, y se equivocan estrepitosamente. La película Take Me, dirigida por Pat Healy, es un claro ejemplo de ello. El director de esta cinta aspiraba hacer un film disparatado al estilo de Michael Haneke, pero consigue todo lo contrario. El resultado final que obtiene es una película que no tiene ni pies ni cabeza. Es una cinta que pese contar con menos de noventa minutos de metraje, se hace eterna. Os dejamos con nuestra crítica de la película Take Me de Netflix.
Ray Moody (Pat Healy) es un emprendedor, que decide llevar a cabo un negocio de secuestros simulados. Ray ofrece una amplia experiencia a sus clientes, en la que se simula que son secuestrados. Con este negocio, que lleva a cabo el protagonista, pretende ayudar terapéuticamente a sus clientes. Es una manera extrema para abordar diferentes adicciones, como el alcoholismo, la drogadicción o la adicción a la comida rápida.
Los problemas de Ray comienzan cuando recibe la inquietante llamada de Anna St.Blair (Taylor Jane Schilling). Anna es una asesora financiera que tiene la fantasía de ser secuestrada y desaparecer por unos días.
Take Me (2017) es una comedia de humor negro, protagonizada por Taylor Jane Schilling y el propio director, Pat Healy. La cinta fue estrenada por primera vez, durante el Festival de Tribeca. Posteriormente, fue estrenada el 5 de Mayo de 2017, en la plataforma de Netflix.
Take Me cuenta con el guion del productor, actor y guionista, Mike Makowsky. Recientemente, ha sido guionista de películas como La Estafa, de la que podéis leer nuestra crítica en la web. En cuanto al director y protagonista de la cinta Pat Healy, le hemos podido ver como actor en cintas parecidas, como ‘Teenage Cocktail’ (2016) o ‘Juegos sucios’ (2013). La película fue coproducida por The Orchard y Netflix, que a su vez se encargó de su distribución.
A priori, la película propone una trama bastante interesante, aunque no plantea nada nuevo al espectador. El problema principal de la cinta es que se mantiene desde el principio hasta el final en el mismo tono narrativo. Es como ver en bucle la misma situación, que se repite una y otra vez.
En ningún momento, la película Take Me de Netflix consigue el propósito inicial de sembrar una duda en el espectador sobre lo que realmente está pasando en la historia. Es de esas películas que prometen un giro final loco al estilo Shyamalan, que haga que el público se levante de sus butacas de incredulidad. Pero el problema es que su final resulta predecible desde un primer momento. La cinta pospone ese giro hasta los últimos diez minutos de metraje, que lo único que hace es afirmar lo que el espectador preveía desde el comienzo.
Cuando en este tipo de películas la trama argumental falla, esperas que al menos las escenas cómicas funcionen. El presunto humor negro que vemos en la película, más que causar carcajadas, genera una sensación de vergüenza ajena. Ninguna de las escenas cómicas funciona, por lo que ninguna de las dos premisas principales de la cinta lo hace. Algo mal se ha hecho, cuando en una película de un metraje tan corto, se consigue que a la media hora el espectador empiece a mirar continuamente al reloj.
En cuanto a las interpretaciones que veremos en la película Take Me, también dejan mucho que desear. Por un lado tenemos a Taylor Jane Schilling, una actriz de comedia que goza de una alta popularidad por papeles como el de Piper Chapamn, en ‘Orange is the New Black’. Su interpretación resulta sobreactuada, moviéndose en todo momento en una histeria inaguantable.
Por otro lado, tenemos el papel que interpreta Pat Healy, que ni genera momentos de inquietud, ni tampoco momentos cómicos. La única impresión que te deja este personaje, es de una lástima por la tremenda estupidez que derrocha. Del resto del reparto poco se puede decir ya que aparecen muy poco en pantalla.
Desafortunadamente, únicamente podemos concluir esta crítica de la película Take Me diciendo que no estamos ante una buena película… es una cinta que debería ser de un fácil visionado pero que llega hacerse eterna. Dudo que alguien, pese a gustarle el género, pueda llegar a disfrutar de su historia. Los dos puntos en los que se sostiene la trama, fallan. Se nota que el director no tenía claro desde un primer momento, el tipo de película que quería hacer.
En definitiva, estamos ante uno de los peores films del catálogo de Netflix. Si disfrutas de películas como “Juegos Sucios”, puede que llegues encontrar interesante su trama, aunque sinceramente lo dudo.
Esta entrada fue modificada por última vez en 7 julio, 2020 20:41
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Aunque es predecible en.mucjos ratos no lo.parece. Las actuaciones son apropiadas al guión. Me gustó
Aunque por momentos es predecible, podría haber sido no así en muchos instantes. A mi me hizo reír en ocasiones y las actuaciones son las meritorias para el guión. Si me gustó
A mi también me parece entretenida.
:)
No me pareció tan mala,es bastante entretenida.