Milagro en la celda 7 de Netflix narra la desgarradora historia de Memo, un hombre con discapacidad intelectual condenado a pena de muerte por un crimen que nunca cometió. Os dejamos con la crítica de Milagro en la celda 7, la película que logra conmover a lo largo y ancho del planeta.
Memo (Aras Bulut Iynemli) es una persona con una discapacidad intelectual, lo que hace que se comporte como un niño. Vive junto con su madre y su hija, llamada Ova (Nisa Sofiya Aksongur), con la quien tiene una relación muy estrecha. Su vida dará un vuelco cuando sea acusado injustamente de haber matado a la hija pequeña de un comandante, por lo que se enfrenta a una condena de pena de muerte.
Ni hay duda que gracias a plataformas como Netflix el cine es más internacional que nunca y su proyección va a más allá de su estreno en las salas. Películas que jamás habríamos visto fuera de sus fronteras o que han tenido una vida bastante corta en la cartelera del propio país, ahora traspasan la complicada barrera de la distribución internacional. Un ejemplo claro de ello lo tenemos con el último fenómeno patrio de la plataforma: ‘El hoyo‘, una película con un presupuesto y distribución modesta en la cartelera española que ha encontrado una nueva vía de negocio en Netflix.
El Milagro en la celda 7 es una de esas películas que nunca habríamos visto sino es gracias a Netflix. La cinta, ahora distribuida por la plataforma, es de origen Turco. Gracias a esta nueva exposición internacional, está logrando que el público de cualquier parte del mundo se sienta conmovido con la trágica historia que nos plantea.
La película supone el tercer remake que se realiza de una película homónima de Corea del Sur y que resultó un éxito de taquilla sin precedentes durante su estreno en 2013. Milagro en la celda 7 (Yedinci Kogustaki Mucize, 2019) parece conmover más allá de países o de fronteras, presentando una historia en la que manda el corazón. Injusticias, violencia y un sistema corrupto atacan directamente a una persona que no tiene posibilidad alguna de defenderse.
La historia de Milagro en la celda 7 de Netflix retrata a una sociedad muy alejada de los conceptos de capacidades diferentes o la plena inclusión. La realidad de su protagonista es muy distinta: Memo es tratado por casi todo el que le rodea como “el tonto del pueblo”. Le insultan, la gritan o incluso se permiten el lujo de pegarle. Su única defensa ante esos abusos y faltas continuas de respeto es su pequeña Ova, que siendo una cría tiene que adoptar el rol de adulto en esta relación padre e hija.
Para la sociedad, hambrienta de venganza y tiranía, lo más sencillo es condenar a Nemo por asesinato. Sin defensa, sin recursos para buscar un buen abogado, e inmerso en un panorama político corrupto, ¿qué salida le queda? La parte más interesante del relato llegará con el apoyo repentino que empieza a recibir de sus compañeros de celda, que ven en Nemo una persona sin ningún tipo de maldad.
La película está dirigida por Mehmet Ada Öztekin apuesta por hacernos llorar desde el primer minuto. Es imposible no emocionarse perdidamente con la propuesta porque todo en ella está pensado para llegarte al corazón y apelar a la sensibilidad del espectador. Lo malo es que lo hace de forma demasiado insistente, golpeando duramente a su protagonista y a su entorno una y otra vez. Sinceramente, la propuesta abusa de este recurso hasta decir basta.
Destacar antes de dar por finalizada esta crítica de Milagro en la celda 7 (Netflix) el trabajo de su protagonista. Aras Bulut Iynemli interpreta con gran acierto y cercanía a Memo. El actor ha sido capaz de recrear de manera totalmente verosímil su discapacidad, algo nada sencillo, y además dota a su personaje de un gran corazón, lo que hace que nos sea sencillo como espectador empatizar con las circunstancias adversas que le rodean.
Milagro en la celda 7 de Netflix es una película que apela directamente al corazón del espectador y para lograrlo usa en exceso el sentimentalismo. Plantea un relato carcelario que sí despierta el interés y plantea una denuncia social en favor de los derechos humanos y la plena inclusión. No era necesario un guion tan efectista, la historia principal ya resultaba conmovedora sin ninguno de los brutales golpes que nos va asestando durante su metraje.
Esta entrada fue modificada por última vez en 31 marzo, 2020 16:11
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No debería llamarse milagro, creo que el titulo propone mucho a lo que es realmente la película, demasiado cruel, las escenas se ven muy falsas, casi que te arrancan las lagrimas de una manera deshonesta que por cuestiones humanas lloramos, porque nos parece injusto lo que le pasa al protagonista pero exageraron mucho , no hay orden en la película, cada quien hace lo que le pega en gana y el protagonista no tiene ningún un chance de nada, parece pablo remalas, todo lo malo le pasa a él. Realmente no la recomiendo si querian parecer a la vida es bella no le llegan ni a los talones.
Una película con una historia muy cruel, que te araña el corazón de angustia, impotencia, dolor y emoción, y una lección de vida hacia la empatía por la gente buena e inocente. También el desgarro del poder y la injusticia. Sinceramente me ha gustado mucho, aunque he llorado bastante....