Crítica de Todos mis amigos están muertos, película polaca que se estrena el viernes 5 de febrero en la plataforma Netflix. Una comedia que pretende ser alocada, irreverente y sangrienta. Sin embargo, la gamberrada con aspiraciones a ser la nueva ‘American Pie’ con elemento sangriento incluido, tan solo logra aburrir con gags manidos y una trama que no engancha.
Durante la fiesta de Nochevieja un grupo de jóvenes se disponen a pasar una noche de desfase inolvidable, pero pronto las cosas se torcerán para todos ellos.
Una fiesta de Nochevieja. Amigos. Descontrol. Alcohol y drogas. Una pistola. Un muerto. Anunciada así la trama de la película polaca que se estrena el 5 de febrero en Netflix podría prometer y mucho. El espectador podría pensar a priori que va a encontrarse con películas tipo ‘Supersalidos‘, ‘Proyecto X‘, ‘Juerga hasta el fin‘… pero no, lamentablemente al poco tiempo de visionado nos daremos cuenta que la que nos ocupa nada tiene que ver con títulos tan míticos, divertidos y esenciales como los nombrados.
La película Todos mis amigos están muertos de Netflix tiene un claro espejo en el que mirarse, y esa es ‘American Pie‘ (1999). La cinta aspira a ser un desfase hormonal -con madre de Stifler incluida-, en el que sexo, juventud y drogas se dan la mano para crear escenas de lo más divertidas, o esa es la intención. Y el ingrediente “nuevo” del cóctel, que pretende servir de hilo conductor a la trama y a la vez como elemento atrayente para que el espectador se quede hasta el final, será esa premisa de arranque en la que todos los asistentes a una fiesta de Nochevieja aparecen muertos de mil y una maneras, y sin causa aparentemente razonable.
La cinta arranca con un grupo de policías entrando en una mansión repleta de cadáveres. La noche anterior se había celebrado allí una fiesta de Nochevieja y ahora el panorama que se muestra cuando se pasa la puerta de dicha casa es completamente desolador. Todos los asistentes están muertos, y cada uno de ellos parece haber fallecido de una manera completamente diferente. ¿Una oleada de asesinatos? ¿Un suicidio colectivo? El espectador deberá quedarse hasta el final para descubrir qué sucedió allí dentro y si existe algún culpable.
Jan Belcl dirige y escribe una cinta que desde luego no quedará en la memoria de nadie, pero es que además no logrará ni tan siquiera que pases una entretenida tarde de risas y cachondeo con amigos. Otra de esas propuestas que Netflix sólo produce en cadena con tal de tener algo que estrenar semana tras semanas. Contenido nuevo mucho, sin duda, pero la calidad… ¿dónde queda esa palabra? La propuesta más parecida a la que hoy estrena Netflix, y que podemos encontrar en su catálogo, es el título ‘The Babysitter‘ (2017), y desde luego, si comparamos una con otra, la dirigida por McG es una obra de culto.
Lamentablemente nada funciona en la película Todos mis amigos están muertos de Netflix. Ni resultará satisfactoria como ejercicio de terror adolescente, ni mucho menos como comedia juvenil sobre desfases. Los diálogos adquieren un tono chusco y superficial para presentar escenas “subiditas de tono” completamente obsoletas a día de hoy. Pretende resultar alocada y gamberra pero tan solo consigue aburrir a un espectador que ha visto cosas mucho mejores en este subgénero del cine. Escenas de sexo por sexo acompañadas por gags manidos que no consiguen arrancarnos ni una sola sonrisilla.
En cuanto a las muertes… la mejor será la primera. La idea está bien y resulta una propuesta, que de haber sabido continuar, podría haber resultado entretenida. Sin duda, dentro que nada es espectacular dentro de la propuesta, este primer asesinato sí resulta sorprendente y podría haber generado un buen punto de partida para el resto del metraje.
Sin embargo, la película Todos mis amigos están muertos de Netflix prefiere centrarse en mostrar un par de pechos, culos y poco más, antes de mostrarnos la siguiente muerte o que la anterior dispare una trama alocada. El resto de muertes se sucederán casi al final de la cinta sin ningún motivo aparente ni la presencia de algún elemento que las una a todas. Ojo, no tiene porqué ser la existencia de un asesino, las muertes en la saga ‘Destino final‘ guardaban una relación y no era precisamente ni el ejecutante ni la ejecución.
La película Todos mis amigos están muertos de Netflix resulta una propuesta sosa, manida y sin ningún tipo de atractivo. Una cinta completamente prescindible y olvidable que no logra ni lo mínimo: entretenernos. Para quitarte el mal sabor de boca tendrás que visionar con urgencia algún clásico de dicha temática como ‘Resacón‘ -eso sí es un desfase-.
Título original: Wszyscy moi przyjaciele nie zyja
Género: Terror, Comedia, Sexo, Crimen
Sitio Oficial: Película Todos mis amigos están muertos de Netflix
País: Polonia
Idioma: Polaco
Fecha de estreno en España: 5 de febrero de 2021 en Netflix
Productora: Aurum Film
Distribuidora: Netflix
Duración: 96 min.
Año: 2021
Calificación por edades: No recomendada para menores de 18 años
Dirección: Jan Belcl
Guion: Jan Belcl
Música: Lukasz Targosz
Fotografía: Cezary Stolecki
Reparto: Michal Meyer, Adam Woronowicz, Julia Wieniawa-Narkiewicz, Adam Turczyk, Nikodem Rozbicki, Monika Krzywkowska, Szymon Roszak, Michal Sikorski, Adam Bobik, Mateusz Wieclawek, Yassine Fadel, Bartlomiej Firlet, Wojciech Lozowski, Aleksandra Pisula, Paulina Galazka, Magdalena Perlinska, Katarzyna Chojnacka, Barbara Garstka, Rafal Rosiak, Kacper Lech
Esta entrada fue modificada por última vez en 5 febrero, 2021 20:31
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