Crítica De-mentes criminales (Masterminds): Disparatada historia real

Con ‘De-mentes criminales’ llega la disparatada historia real de un robo que logrará arrancarnos más de una carcajada, gracias en gran parte a sus protagonistas: Kristen Wiig y Zach Galifianakis.

Crítica de la película ‘De-mentes criminales’

Una cinta cuyo reparto viene encabezado por Kristen Wiig (La boda de mi mejor amiga, Cazafantasmas) y Zach Galifianakis (la saga Resacón) bien merece una oportunidad ya que difícilmente estos dos grandes talentos de la comedia americana decepcionan en la gran pantalla. Esta vez están dispuestos a llevar a cabo uno de los robos más sonados de la historia de Estados Unidos, porque sí, por muy absurda que parezca la idea que nos narra, la trama de la película está basada en hechos reales: el robo de 15 millones de dólares al banco Loomis Fargo en 1997.

La película se centra en narrarnos el peculiar robo y posterior huida que David Ghanttun (Zach Galifianakis), conductor de furgones de seguridad, llevará a cabo influido por el amor platónico que procesa a una excompañera de trabajo, Kelly Campbell (Kristen Wiig). El supuesto plan que la “pareja” tendrá calculado es saquear a la empresa de seguridad en la cual trabaja David, Loomis Fargo, para huir juntos con el dinero a un lugar paradisiaco pero todo será una gran farsa. Su adorada Kelly estará compinchada con un grupo de peligrosos mafiosos que quieren hacerle cargar con el delito y quedarse con todo el dinero.

Jared Hess (Super Nacho) dirige la cinta sin mucho éxito. El problema fundamental de De-mentes criminales radica en que la historia que nos narra, por muy hilarante que resulte en un primer momento, terminará convirtiéndose en plana e insustancial, tan sólo salvada por algún que otro gag bien ideado. Pero una comedia necesita mucho más que un buen par de situaciones graciosas para salvar el pellejo, y aunque sus protagonistas ponen toda la carne en el asador para lograrlo, la cinta terminará por agotar todas sus armas rápidamente y caer en el más absoluto aburrimiento.

De-mentes criminales (Masterminds) tiene un poco de todo para convencer al espectador a la hora de elegirla de entre toda la cartelera: un reparto coral de sobra conocido; grandes dosis de comedia y acción; y una trama basada en hechos reales (con muchas licencias cinematográficas, claro está) totalmente disparatada, digna desde luego de ser llevada al cine. Lamentablemente nada de todo lo anteriormente mencionado librará a la cinta de pecar de aburrida y repetitiva según pasen los minutos de metraje… ¿se puede decir algo peor de una comedia?