La película de “Kin” contextualizada en la ciencia-ficción, sin ofrecer apenas nada del género, en una historia que no sabe a dónde va y cuyo único valor reside en la divertida aportación de James Franco. Aquí tenéis nuestra crítica de Kin.
“Kin” es de esas películas que nacen como consecuencia de un cortometraje que llama la atención de los productores, unas veces por el high concept que presenta, otras, por ser visualmente interesante. El resultado, en la mayoría de los casos, pasa por un estiramiento de una historia concebida para unos pocos minutos que tiene que ser ajustada al mínimo metraje aceptable para ser considerada como largo. Un mal que se extiende en los últimos años, nacido del poco olfato de los productores y la ambición de los directores, que ven una oportunidad caída del cielo para poder dirigir una película, aunque su talento no haya sido demostrado. Y eso es precisamente lo que pasa en la película Kin (2019). Una historia de supuesta ciencia-ficción que no sabe qué contar, o sí, pero no tiene los medios para conseguirlo, como descubrirás en la crítica.
El guion es un desastre desde la propia presentación de los personajes, que es casi inexistente, provocando que el espectador no empatice con ninguno de ellos. El baile de géneros tampoco le sienta bien. La cinta comienza como fantástica, para luego tornarse en un drama familiar que deriva en una road movie, para finalizar con una explosión de acción que, llegados a ese punto, no importa a nadie. Las decisiones que toman los personajes no tienen ningún sentido, algo que queda muy patente en la bailarina que encarna Zöe Kravitz.
El interés se mantiene a costa de unos misteriosos motoristas que persiguen a los protagonistas y que no se resuelve hasta el mismo final. Esto genera una decepción en el público que pensará que lo que se cuenta en esa escena -totalmente expositiva- es lo que quería ver, y no los noventa minutos agonizantes que acaban de presenciar. Esa revelación final viene a ser una declaración de los directores que podría traducirse como: “esta es la película que queríamos hacer, pero no nos dieron el presupuesto, por lo que te hemos hecho esta otra. Aun así, nuestra idea era muy buena”. Los realizadores abordan el film sin ninguna imaginación visual, quedando su trabajo en meramente correcto, aunque la secuencia inicial prometía más de lo que luego ofrece.
El reparto ni desentona ni destaca, con un material que no les exige demasiado. Kravitz está correcta en el poco tiempo que aparece en pantalla y, quizá, el más reconocible y disfrutable sea un James Franco que construye un villano totalmente plano, aunque algunos de sus momentos sean los más divertidos del relato. Dennis Quaid tampoco goza de demasiado tiempo en la historia. Su intervención sirve para dotar de humanidad a una pareja protagonista de los más insustancial, a pesar de ese background que les otorga el guion.
La crítica de “Kin” es que es una película poco entretenida, tramposa, anticlimática. No cumple las expectativas de un público que quizá esperaba una historia ochentera de ciencia-ficción para pasar el rato y se encontrará con un drama con mínimas dosis de acción.
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Es la peor review que he leído, es evidente que bajo el contexto de violencia interna y de un joven negro como protagonista, de lo que podría ser una interesante saga, no entra en los planes ni bien de las cadenas de cine ni en el segmento, quizás algún día una generación la tomé como película de culto como tantas otras que no fueron bien valoradas en su época.