Crítica de la película “Petra”: Tragedia griega en la Barcelona actual

La película Petra presenta un relato desconcertante basado en las clásicas tragedias griegas. Nos encontramos con el proyecto más “comercial” del director Jaime Rosales y para ello se rodea de dos de nuestras actrices más encumbradas Bárbara Lennie y Marisa Paredes.

Crítica

Petra es quizá la película más “comercial” del director Jaime Rosales hasta la fecha, aún así no ha perdido un ápice de ese toque autoral, intimista y muy personal que imprime a cada uno de sus proyectos. Está claro que aún así, la que nos ocupa, no es una película hecha para agradar a todos los públicos -tan poco creo que sea la intención del cineasta-. Jaime Rosales nos entrega una obra más que interesante en su narración y en su presentación visual, siendo capaz de hacernos llegar una tragedia familiar de grandes dimensiones sin pasar por el llanto ni los gritos. Toda la película está magistralmente contenida dentro de la rabia que imprimen las imágenes, logrando algo mucho más desconcertante e inquietante que la rabieta explícita.

Sinopsis

Petra (Bárbara Lennie) es la protagonista absoluta de la cinta, todo lo que pase en la película girará entorno a ella. El relato comenzará con búsqueda de sus orígenes paternos tras la muerte de su madre, la cual nunca quiso desvelar a la joven quién era movida no se sabe muy bien porqué sentimientos. Sólo tiene una pequeña sospecha y ese rastro le llevará hasta la finca de un famoso, adinerado y narcisista pintor catalán.

Opinión

Director Jaime Rosales entrega una gran tragedia narrada de forma muy personal, cosa que agradecerán los amantes del cine a los que les entusiasme encontrarse en la pantalla algo curioso, distinto, que les emocione y les haga reflexionar a través de las imágenes y la presentación formal de un proyecto. Ese autoría, esa minuciosidad, ese carácter impreso en cada una de las imágenes, lo encontraremos en infinidad de momentos de la obra al utilizar un lenguaje cinematográfico muy característico: la forma de rodar los diálogos -con una cámara que se desplaza de un sujeto al otro para sacar por completo al primero de escena-, opción que hará que en pocas ocasiones dos actores compartan plano; la forma en la que nos introduce a la escena o lo que nos muestra de ella a través de planos de las puertas, alejándonos o acercándonos a ellas; el movimiento incesante de la cámara que parece querer enseñarnos más realidad de la que nos muestra la película, cuando introduce a sus personajes de una u otra manera en una escena pero en vez de quedarse ahí, sigue desplazando la cámara mucho más allá para enseñarnos el resto de “territorio”; su estructura dividida en seis capítulos que decide presentar desordenados para crear mayor grado de perturbación en el espectador.

En cuestión de reparto se ha rodeado de algunos de los rostros más influyentes y consagrados de nuestro cine patrio. Bárbara Lennie vuelve a convencernos interpretando a Petra, una mujer fuerte y decidida que pese a parecer imperturbable sufre una auténtica tragedia interna. Pero la sorpresa de la película es Joan Botey y Rosales, el dueño real de la finca dónde se ha rodado la película, un recién llegado al mundo de cine que a sus 77 años se convierte en uno de los villanos más despiadados y fríos que ha dado el cine en la actualidad.

Conclusión

Petra es una buena forma de acercar las tragedias clásicas a la realidad de nuestro siglo. Un drama ahogado y contenido que consigue despertar un desasosiego incontenible en el espectador.