Crítica de la película ‘El veredicto’: Los errores procesales ya no son excusa.

En pleno debate, a nivel mundial, sobre si el sistema jurídico de cada país es lo justo que debería de ser, Jan Verheyen nos trae este largometraje, en el que un hombre pondrá patas arriba el Estado de derecho de Bélgica, debido a un error procesal que le llevará a tomarse la justicia por su mano.

Sinopsis de ‘El veredicto (Het Vonnis)’

Luc Segers (Koen De Bouw) lo tiene todo para ser feliz: una mujer y una hija maravillosa y un próspero futuro como director de una gran empresa. Una fatídica noche, su vida cambiará radicalmente y se verá despojado de todo lo que daba sentido a su vida. Sin nada que perder y ante la negligencia y el abandono de la ley, comienza una lucha desesperada que hará tambalearse al Estado de derecho.

Crítica de ‘El veredicto (Het Vonnis)’

‘El veredicto’ es una crítica al sistema judicial belga en sí misma; es una radiografía de lo que sucede en la actualidad con miles de personas, que confían ciegamente en el sistema jurídico de su país y que se ven traicionadas por fallos garrafales que quedan impunes. El caso de Luc Segers (Koen De Bouw) es uno de los miles que hay diariamente en el mundo, su mujer es asesinada por un desequilibrado a base de golpes y su hija atropellada al acudir junto a sus padres. Luc permanece en el hospital inconsciente durante semanas y cuando se entera de lo ocurrido lo único que quiere es justicia.

Para más desgracia su abogado le comunica que el asesino está en la calle debido a lo que se conoce como un “error procesal”, el fiscal que lleva su caso ha olvidado firmar uno de los papeles y según las leyes del país, esto es suficiente para que un “presunto asesino” quede en libertad sin cargos.

El espectador puede sentir la rabia del protagonista, viendo como el fiscal se encuentra en su despacho, haciendo chistes malos y riéndose con otros compañeros, sin importarle lo más mínimo lo ocurrido. Para el fiscal parece un caso de lo más normal, como si cometiese este tipo de fallos a diario sin sufrir las consecuencias. Y la pregunta es, cuando un profesional comete un error, de ejemplo sirva un conductor de tren que descarrila (se conoce más comúnmente como fallo humano), esta persona es penalizada por su “error”, por lo tanto ¿No debería de penalizarse del mismo modo un error jurídico? ¿Es más importante la imagen que dan los políticos, o el Estado de derecho que han implantado, que la vida de una persona?

Verheyen nos plasma una película fría, calculada al milímetro, sin grandes sorpresas, pero que no deja indiferente al espectador. Algunas imágenes impactantes al comienzo de la película y durante el juicio, pero sobre todo mucha dialéctica, discursos que no dejan indiferente a nadie, incluso el que da la abogada del presunto asesino Kenny De Groot (Hendrick Aerts), dónde intenta defender lo indefendible.

En cualquier caso la palabra clave es corrupción, corrupción de los políticos, corrupción de jueces y fiscales, hasta se puede hablar de corrupción de los llamados “abogados de oficio” que se mueren, como aves de rapiña, por defender a delincuentes y asesinos por la alta comisión que se llevarán debido al gran impacto mediático que conllevan este tipo de juicios.

Una película altamente recomendada, sobre todo para que la vean aquellos que nos gobiernan y aplican las leyes.

Trailer de ‘El veredicto (Het Vonnis)’