Disney competirá en taquilla este fin de semana con ‘Aviones: Equipo de rescate’, secuela del film de animación de 2013 ‘Aviones’. Sin duda, la apuesta segura para conquistar a los más pequeños de la casa.
Dusty es un famoso avión de carreras que por un problema en el motor no puede competir. Decide entonces sacarse el título de apagafuegos para ayudar en la prevención de incendios de su pista de aterrizaje, que no cumple con la normativa, y que va acoger un gran premio de carreras de aviones.
Como su predecesora, Aviones: equipo de rescate pertenece a la ‘cadena de montaje’ del gran sistema de producción de Pixar, y de Hollywood en general. En este sistema las películas son propuestas para unos fines concretos y siempre la primera idea pierde originalidad. La ejecución, el proceso de creación, puede llegar a ser brillante; pero disfrutaremos con algo ya admirado, donde la sorpresa o lo inesperado ha perdido su condición de ingrediente necesario. En este sistema de creación son habituales las sagas o películas de superhéroes, como ‘The Amazing Spider-Man’, las comedias románticas o las películas de acción donde se rinde culto a viejas glorias; territorio de figuras como Arnold Schwarzenegger o Sylvester Stallone. En realidad toda saga que se prolonga de forma indefinida o revisión de filmes anteriores peca de este modo de hacer cine.
Se echa de menos la concepción de autoría, el carácter propio e individual de la obra. Aún estando sometida a cánones, modas pasajeras o líneas empresariales, se debe apostar por la originalidad de la obra; cuestión que ha perdido consideración en los últimos años. Los productos resultantes son filmes, como el de Roberts Gannaway, que se basan en modelos cada vez más mecanizados; pobres en personalidad.
Primero la televisión, y después con más fuerza Internet, han desplazado al cine a una posición secundaria, siendo necesarios otros medios para llamar la atención del espectador. Ahora que podemos conseguir dosis de información interesante de todo tipo en apenas 140 caracteres (medida en la que se comprime el intelecto del autor) esperamos algo distinto de otro tipo de soportes como la literatura y el cine. Como un ‘retorno al pasado’, la experiencia de ver cine; las sensaciones, son el reclamo principal del cine actual. Y en este caso ‘Aviones: equipo de rescate’, es otra revisión del héroe derrotado que resurge de sus cenizas.
‘Aviones: equipo de rescate’ es la secuela de un spin-of de la saga de “Cars”. En la primera película el protagonista, un avión de carreras, tenía fobia a las alturas. Superado ese problema, ahora Dusty tiene un fallo en el motor que le impide exprimir al máximo su velocidad, y por ende, de competir (lo que resulta ser el conflicto principal en esta segunda parte). Decide entonces sacarse el título de apaga fuegos para ayudar en la prevención de incendios de su pista de aterrizaje, que espera acoger un gran premio de carreras de aviones.
‘Aviones: equipo de rescate’ mezcla varios géneros, como el de carreras y el de catástrofes, además de incluir personajes de ámbitos muy distintos; como la antigua estrella de la televisión, el gerente del hotel, o el apagafuegos de sangre indígena. Con esto la historia adquiere matices que añaden frescura y dinamismo al argumento.
Lo que para un público infantil podría pasar desapercibido, para el público adulto el clímax de la película puede llegar a adquirir unas proporciones inverosímiles; aunque la tensión de este momento esté bien manejada.
Esta entrada fue modificada por última vez en 18 julio, 2014 20:58
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