Revisión francesa de la historia de amor de ‘Romeo y Julieta’, enfrascada ahora en una estética de anuncio de colonia.
Pierre (François Cluzet) y Elsa (Sophie Marceau) se conocen en la fiesta de presentación del nuevo libro de esta. Comienza entonces una historia de amor que hará cuestionar el matrimonio de Pierre y la regla de Elsa de ‘no mantener relaciones con casados’.
La directora francesa Lisa Anzuelos adapta el clásico de Shakespeare a la actualidad francesa y a la realidad de un hombre felizmente casado (François Cluzet) y una escritora de éxito que repele el matrimonio (Sophie Marceau). En este caso, los hijos, el matrimonio y la presión social serán las trabas que impidan el ‘reencuentrar el amor’. Esta parece ser la única novedad que introduce la película, que falla al mezclar una estética adolescente con un romance adulto.
La trama del filme se desenvuelve con frescura hasta un punto determinado de este, en que las ideas estéticas (la forma) escogidas para representar la tensión sexual de la pareja se agotan y a partir del cual el resto vienen a ser una reiteración de las mismas. Los recursos visuales del videoclip y las secuencias musicales en las que se refleja una progresión en el tiempo (y que a menudo retratan la posibilidad de un amor no encontrado), se repiten hasta llegar a resultar cargantes. Es significativo el hecho de que la única referencia a otra adaptación al cine de esta obra sea a la versión de Baz Luhrmann (muy dado a las mezclas de estilos y a la exuberancia visual)
La culminación de la forma llega en el interminable pasillo del hotel con la pantalla muchas veces dividida y los espejos que al final se unen en una misma imagen (recurso sacado de de ‘Las reglas del juego’, de Roger Avary). Este tipo de recursos junto con la cámara lenta restan credibilidad a la historia de amor entre unos personajes que parecen marionetas en manos de los responsables de la puesta en escena.
Durante la proyección de la película, hubo un momento en que precisamente fue un recurso estético el que se volvió en contra de esta. El filme se vio interrumpido por el símbolo del ‘buffering’ de Youtube, lo que sorprendió a gran parte del público que asistía a la sala. Rápidamente se dieron cuenta de que este había sido un recurso forzado; sin embargo, segundos después de la escena hubo un fallo en la cinta digital que provocó un hecho similar, ahora de manera involuntaria. A modo de venganza, el público se rió con malicia por el desconcierto anterior.
Esta entrada fue modificada por última vez en 1 agosto, 2014 14:48
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