Crítica Bar Bahar Entre dos mundos: el feminismo de Oriente Próximo

Con varios premios en el Festival de San Sebastián a sus espaldas, se presenta en España esta coproducción entre Francia e Israel, que aborda los problemas de tres mujeres.

Crítica de la película ‘Bar Bahar. Entre dos mundos’

Bar Bahar. Entre dos mundos se centra en la vida de Sama, Leila y la recién llegada Nour. Tres amigas con tres problemas a sus espaldas, en un entorno hostil, propiciado por una sociedad que aún tiene mucho que evolucionar .

La película está ideada por Maysaloun Hamoud que se encarga de la dirección y el guion, flanqueada por un extenso equipo femenino que ocupa los puestos más destacados del equipo técnico, algo francamente extraño y digno de celebrar.

La historia que nos presenta Hamoud no es solo un alegato por la libertad de la mujer, sino que en su ajustado metraje, de aproximadamente hora  y media, es capaz de reflejar muchas de las problemáticas de Israel y el Oriente Próximo. Así, junto a las temáticas de maltrato y control por parte de los hombres, encontramos la homofobia, el eterno conflicto entre Palestina e Israel o la visión de la religión, tanto la musulmana como la cristiana. Un crisol antropológico que se desarrolla compensado durante todo el metraje, sin la sensación de que nada ha sido metido con calzador, algo muy complicado de lograr.

Maysaloun Hamoud, opta por una realización sencilla, apoyada por la contundencia de la música, en gran parte por la profesión de una de las protagonistas, que unida a sus coloridos créditos, podría recordar vagamente, y salvando las más que evidentes distancias, a Gaspar Noé. El apartado técnico es correcto sin grandes alardes, debido a su ajustado presupuesto. Pero aquí lo que importa es la historia, el fondo, siendo la forma algo secundario, sin que esto signifique  que quede descuidada.

El elenco brilla gracias a sus tres protagonistas, destacando a Shaden Kanboura como la sufridora Nour, y a Mouna Hawa con Leila, un personaje cargado de fortaleza. Detrás de ellas queda Sana Jammelieh con su Salma. Curiosamente, su personaje es que el que protagoniza la trama más breve, y también la más emotiva, centrada esta en la homosexualidad.

Bar Bahar. Entre dos mundos puede parecer maniquea en algunos tramos, pero muestra la realidad de una zona del mundo donde la sociedad aún tiene mucho que evolucionar en materia de igualdad, sin que eso signifique que en la vieja Europa el problema esté resuelto. Gracias a cineastas valientes como Hamoud y todo su equipo, cada día la utopía de género se acerca más a la realidad.